En la recepción nos recibieron con abrazos y nos invitaron a recorrer la planta, hoy bajo control obrero. De inmediato se comenzó a sentir un aroma mezcla de tintas gráficas con el de la libertad. Los obreros contaban cómo funcionan las máquinas y qué tipo de materiales se imprimen en ellas, los nuevos métodos de trabajo, de coordinación y de planificación de la producción. Que al igual que en Zanon, es la asamblea la que ahora tiene el mando de la fábrica. Nos mencionaban la hermandad que existe con los obreros de Lear, con quienes protagonizan la causa nacional contra los despidos y las suspensiones y levantan el lema de “Familias en la Calle Nunca Más” y de cómo se podría poner la producción al servicio de la sociedad para que no quedara niño en el país sin acceder a la lectura.
Los delegados de Cuyoplacas también tomaron la voz, entre mate y mate contaban las experiencias de lucha y de organización de los madereros en Mendoza y preguntaban sobre cómo avanzar en una organización mayor de los trabajadores. Y la respuesta vino sobre el rol que ha jugado el PTS todos estos años en la organización sindical y política, tanto en Donnelley como en varias fábricas de la zona norte del Gran Buenos Aires, cómo ayudó el tener una organización como el partido para ir uniendo a los distintos sectores, recuperar la Comisión Interna y dar una perspectiva de unidad con otras fábricas en las calles y en los encuentros. La importancia de las ideas y de la reflexión estratégica, de luchar profundamente contra el “sentido común” de ser explotado, machista, homofóbico y xenófobo con el que el sistema nos educa y la tarea de construir una organización que transmita otros valores de fraternidad entre toda la clase obrera y los sectores oprimidos. Sobre la Comisión de Mujeres que jugó un rol fundamental y hoy está al frente de la lucha.
Tampoco faltó el asado con los compañeros de Lear, Gestamp y Volkswagen y las experiencias de estos combativos obreros que vienen demostrando cómo enfrentar a las patronales, al Smata y al gobierno, de cómo extender la organización hacia otros sectores y de que la lucha va más allá de la fábrica o por los puestos de trabajo.
Ya a la hora del regreso, entre abrazos de despedida, quedamos en reencontrarnos en uno u otro lado del país para continuar el intercambio sobre los apuntes militantes que se van tomando al calor de la lucha de clases.