Esta semana se reunió la comisión de Legislación Penal en el Congreso Nacional donde se pusieron en discusión una serie de proyectos para derogar la llamada “Ley Antiterrorista”, votada por el kirchnerismo y sus aliados a pedido de la Casa Blanca en 2011. Desde nuestra banca participamos del debate planteando claramente que nuestra exigencia es que se derogue lisa y llanamente esa ley, la N° 26.734, a la que consideramos un arma más en manos del Estado para criminalizar la protesta, a sabiendas de que los impulsores de su derogación -diputados del PRO y de la UCR- lo hacen por mero oportunismo, ahora embarcados en la campaña electoral.

También recordamos en la Cámara de Diputados que siempre nos opusimos en nuestras campañas y movilizados en las calles a esta ley nefasta, porque la izquierda constituye junto con los trabajadores y los sectores en lucha, las principales víctimas de esta norma. Con esta autoridad dejamos bien clara nuestra voluntad de que se traten los proyectos que plantean su derogación inmediata.

Como era de prever, los diputados del Frente para la Victoria no dieron quórum a esta reunión, demostrando que conservan el objetivo de tener vigente esta herramienta de criminalización de la protesta para ser usada contra los que se oponen a sus políticas antipopulares, resisten el ajuste, los despidos y las suspensiones. Por eso ahora redoblan la apuesta al proponer proyectos de ley para regular y controlar las manifestaciones. Nosotros denunciamos, al igual que lo hemos hecho durante años en las calles junto a decenas de organizaciones, que se trata de una legislación represiva votada a pedido del imperialismo con el único objetivo de perseguir y controlar la protesta social y las manifestaciones públicas. Esa política de criminalización sostenida por el Gobierno kirchnerista es la que llevó a que sean 5 mil los luchadores procesados en todo el país.

Además junto a nuestra compañera Myriam Bregman denunciamos en esa reunión que se trata de una legislación sancionada por el mismo gobierno que puso en pie el ’Proyecto X’, con el que se armaron cientos de causas penales contra trabajadores que defendían sus derechos, un verdadero aparato de espionaje ilegal del gobierno nacional.

Seguiremos exigiendo la derogación de estas leyes y rechazando todos los proyectos de legislación represiva que se propongan en el Congreso, tanto del oficialismo como de la oposición patronal. Y lo haremos con la fuerza que nos da la movilización en las calles.