Después de que el gobernador Sapag arreglara un sueldo inicial de 10 mil pesos para la policía, a tan sólo una semana del asesinato del testigo “Willy” Gutiérrez y la condena a perpetua al policía Salas en el caso de Braian Hernández, se despertó la bronca de los trabajadores estatales y docentes, lo cual desembocó en la convocatoria del paro de la CTA este miércoles 11/12.

Una masiva asamblea interhospitalaria con trabajadores de hospitales y centros de salud de toda la provincia, voto la continuidad de las medidas y rechazaron el aumento por decreto del gobierno, que alcanza solamente al trabajo extraordinario y a los profesionales con dedicación full time. Tanto en estatales como en docentes hay indignación porque el gobernador aumentó en 4 mil pesos el sueldo de los represores mientras que dice que no tiene plata para los trabajadores. El mismo día del paro, presentaron su renuncia todos los jefes médicos del Hospital Castro Rendón, en respuesta al aumento por decreto efectuado por el gobierno y el vaciamiento del sistema de Salud.

Desde las agrupaciones Negra de ATEN y Violeta-Negra de ATE venimos planteando la necesidad de una lucha conjunta de estatales y docentes, para darle continuidad a las medidas y lograr todas nuestras demandas, así como el rechazo a las “protestas” del aparato represivo.

En el marco del paro, una masiva movilización convocada por ATE, ATEN, y CTA recorrió las calles del centro y terminó en casa de gobierno, exigiendo un aumento que lleve el piso a 10 mil pesos.

La unidad entre el reclamo de aumento salarial y el repudio a la policía asesina fue sintetizada por Elizabeth Hernández, madre de Braian, que en el acto de cierre planteó: “Braian era hijo de un auxiliar de servicio, fue criado por docentes y atendidos por trabajadores de la salud que intentaron salvarle la vida, pero este gobierno con el aumento premió a los asesinos de mi hijo”.

Corresponsal