El sábado en Stani a las 10 de la mañana tuvimos la peor noticia, Martín Simoes, un compañero del sector imprenta perdía su joven vida. Martín, un joven obrero, padre de un nene pequeño, empezaba a salir del dolor profundo que le significó hace apenas unos meses, la pérdida de su papá. Martín además de ser un joven a quien le gustaba la música ricotera, y el futbol con los amigos y sus compañeros, era un reconocido activista de su sector y militante de la Bordó en la Alimentación, y eso es lo que en estas líneas, además de reconocerlo como buen amigo y compañero, un buen tipo, resaltar su compromiso con la lucha obrera, cualquiera que surgiera en la zona norte o en el país, él aportaba, poniendo el cuerpo, o con ideas para extender la Bordó. Él tomo en sus manos la bandera de la organización y la lucha, pues se identificaba con los ceramistas de Neuquén, con los gráficos de la Bordó de zona norte, y la Bordó ferroviaria, se sentía parte de los clasistas del subte y de los estudiantes, los mismos con los que se codeó en los cortes de la pana. Martín se animó y ayudó a que se animen otros. El nos deja sus sueños, los mismos por lo que luchamos en común. El entendió que esos sueños se conquistan, enfrentando a la patronal, a la burocracia y al estado, y de eso y de otras cosas hablamos los días previos a su partida, y por eso nuestro reconocimiento hacia él, porque cualquier obrero tiene sus sueños, la de una vida digna y mejor, pero no todos se animan a luchar por ellos, y él se animó. Vaya con él nuestro homenaje también otros compañeros de la Bordó, que ya no están. Compañero Chancho, compañero Fabián y compañero Martín, PRESENTES.