El “búnker” del PTS el domingo era una fiesta. Mis compañeros y amigos, los militantes de del PTS de años y los que recién nos conocieron con la campaña, celebrábamos una excelente elección en todo el país. Festejamos que superamos la proscripción y que triplicamos la cantidad de votos en la ciudad. Pero sobre todo festejamos una fuerte campaña militante de nuestra juventud y de los trabajadores que tomaron en sus manos nuestras propuestas.

La campaña de FIT en San Nicolás despertó especialmente la simpatía de mis compañeros contratados; muchos de ellos de la empresa Techint, patronal que Cristina vino a felicitar durante la campaña y que ni bien se fue, despidió a casi 200 trabajadores. La burocracia de la UOM apostó al kirchnerismo y perdió. Apostó a que no pasáramos las PASO y perdió. Todos los abrazos y festejos del lunes eran para el FIT. Y es una alegría, porque la UOM ve con terror que los contratados empiecen a discutir el pase a planta, el fin del fraude laboral y a organizarse en forma independiente para luchar por nuestros reclamos y enfrentar las entregas del sindicato.

Y en la juventud, pasó otro tanto. En los barrios, los pibes hartos de vivir en la miseria por falta de laburo y escapando de los patrulleros se sumaron la campaña para denunciar el gatillo fácil, las redes de trata y las razias. Y entre los estudiantes, los secundarios y los terciarios, tomaron en sus manos la campaña, haciendo las pintadas, pegatinas, recorriendo barrios y parques y organizando las charlas para llegar hasta el último compañero. Y planteando que hay que luchar en las calles en las calles por el acceso a la salud, el transporte, la educación y cultura, contra la impunidad e ayer y de hoy y por los derechos de la mujeres trabajadoras.

Esta fuerza nueva, de jóvenes obreros, estudiantes y de los barrios pobres de la ciudad, está emergiendo en el fin de ciclo del gobierno de Cristina. Los trabajadores y el pueblo pobre están cansados de las condiciones de vida a las que los somete el oficialismo kirchnerista y el opositor donde es gobierno. En la ciudad vecina de Rosario, en menos de una semana vimos dos tragedias con decenas de muertes que son la consecuencia de empresarios parásitos que lucran a costa de nuestras vidas. El Frente de Izquierda es el organizador político de los trabajadores y el pueblo y de la justa bronca contra los empresarios y sus gobiernos que tiene por objetivo desarrollar la movilización para imponer nuestras demandas. Para organizarnos en la ciudad por nuestros reclamos, encaramos la nueva pelea hacia octubre que la daremos con el orgullo de ser la única alternativa de izquierda al gobierno y la oposición patronal.

Hugo Sívori, obrero de Siderar, militante del PTS y candidato a primer concejal por el FIT