El 13 de abril Kraft no le renovó a 9 trabajadores contratados a “plazo fijo” cuando cumplieron los tres meses. Actualmente, con el cambio de nombre de la empresa, llegó un nuevo gerente de planta que quiere imponer el sistema de contratación de otras fábricas, con la flexibilización de los puestos de trabajo.

Hay más de 100 compañeros contratados por 3 meses, a quienes les dijeron que venían a cubrir vacaciones. La Comisión Interna le planteó varias veces a la empresa que eso no era así, que los compañeros ocupan puestos permanentes y denunció un fraude laboral.

Pero además, se ve a diario que Kraft pretende aumentar la producción, pero no lo puede hacer por falta de gente, y quiere que los trabajadores cubran más de un puesto. El convenio dice “un trabajador, una tarea” y eso va a ser así, aunque digan que los más viejos están acostumbrados a trabajar de esta forma. No es cierto. Los trabajadores no lo vamos a permitir, porque somos los que sufrimos los ritmos de producción en nuestros cuerpos. Las compañeras ven cómo se les hinchan los brazos y terminan con la espalda dolorida por hacer doble trabajo, atender dos cargadores, dos guías, dos máquinas. Por eso hoy dicen: si tomaron gente, que los dejen efectivos.

Esta empresa tiene un departamento médico que a diario pone en duda las enfermedades de los compañeros y día a día los ponen en riesgo. Después hablan del aumento de ausentismo... Son unos caraduras. No vamos a permitir que se llenen los bolsillos a costa de que nos enfermemos por aguantar sus ritmos de producción y sus exigencias de que reemplacemos a los compañeros de agencia.

Pero Kraft no se la lleva de arriba. Los jóvenes a los que no se les renueva el contrato, el lunes cortaron la Av. Henry Ford frente a la planta. La Interna, junto a los compañeros que fueron movilizados hasta el plenario de la Federación, cortó la 9 de Julio para denunciar lo que pasa en Kraft ante los medios y presentó una denuncia al Ministerio de Trabajo de la Nación. Mientras, las asambleas votaron apoyar a los compañeros con un petitorio para decirle a la empresa que los dejara efectivos porque a ellos los utilizó durante tres meses, prometiéndoles que si hacían extras quedarían efectivos. La mayoría son jóvenes con familias a cargo, y quieren pelear para dejar de deambular de fábrica en fábrica. Nosotros los apoyamos, no aceptamos que haya “trabajadores de segunda”.
Exigimos que el sindicato que les descuenta el 2% se ponga al frente y luche también junto a la Comisión Interna por dejarlos efectivos.

Corresponsal