El compañero Carlos Rodríguez de IS intenta responder en una extensa nota el porqué los más de dos mil compañeros de las corrientes de oposición de izquierda en docentes (Capital, GBA y La Plata), en ATE, cientos de compañeros de la alimentación que acaban de obtener el 40% de los votos frente a Daer; otros tantos gráficos de la oposición a Ongaro, trabajadores de prensa, una importantísima delegación de trabajadores del Subte con varios delegados a la cabeza; la oposición de izquierda a Pedraza en el Roca, de la UTA; metalúrgicos, metalmecánicos, textiles, trabajadoras de la salud, etc., y unas decenas de internas y cuerpos de delegados de estos gremios fueron "sectarios" y "autoproclamatorios" frente a unas decenas de compañeros ferroviarios del Sarmiento que, influenciados por la política de la dirección de IS, desertaron de una convocatoria unitaria del sindicalismo antiburocrático y combativo y marcharon solos durante el acto de Moyano del 27 de junio. Rarezas si las hay.

Con ese insólito objetivo también debe esconder que en dicha columna unitaria marcharon compañeros y sectores que no son del Frente de Izquierda, como delegados de EMFER, de la 60 y la Junta Interna del Garrahan y su principal referente Gustavo Lerer. Los partidos del FIT y sus dirigentes públicos como Jorge Altamira, Christian Castillo y Myriam Bregman entre otros, lamentablemente con la auto-exclusión de Izquierda Socialista, marcharon detrás de esta columna, como siempre había sido la propuesta del PTS.

Más allá de que al ser compañeros del FIT debamos responder hasta lo obvio, sí coincidimos con los compañeros en que debemos encarar "un debate necesario" sobre cuál debe ser el rol de la izquierda revolucionaria en el movimiento obrero. La propuesta que les hacemos, como a los compañeros del PO, de impulsar en común una asamblea nacional clasista —o con el nombre que oportunamente se decida— y su preparación, podría ser el ámbito para encarar esta importantísima cuestión.