La lucha de los trabajadores de VW Córdoba está entrando en la quinta semana. Mediante el trabajo a reglamento y el quite de colaboración se logró reducir la producción en un 25%. Esto es un ataque abierto a una patronal que desde hace años viene haciendo negocios gigantescos y que estaba acostumbrada a negociar rápidamente a su favor con el anterior cuerpo de delegados.

El nuevo cuerpo de delegados, recuperado de manos de la burocracia del SMATA a fines del año pasado, viene estando al frente de la lucha, impulsando que todas las decisiones se tomen en asambleas por turno o por sector. Este método es el que viene permitiendo sostener esta dura pelea contra una de las principales multinacionales de la provincia.

Este conflicto es una lucha testigo. VW es la única planta automotriz que siguió la pelea por una mejora salarial y no aceptó el acuerdo salarial firmado por el SMATA nacional. Ese acuerdo fue rechazado en muchas plantas de Córdoba, como ya informamos en LVO. La burocracia de Dragún impuso la división entre los trabajadores de diversas plantas y logró que se firmen acuerdos similares al rechazado, tanto en Renault como en Iveco, dejando solos a los trabajadores de VW en la lucha.

La patronal se juega al desgaste del conflicto y el SMATA, como no puede frenar la pelea desde adentro, la está dejando aislada, negándose a tomar alguna medida que pueda permitir el triunfo. Esta es la misma conducción que está “concentrada” en ver como se unifica la CGT Córdoba1 sólo para mostrar el apoyo de la burocracia sindical a De la Sota, el candidato K en la provincia.

La intransigencia de la patronal, obstinada en no otorgar una victoria a los trabajadores, está llevándolos a ellos y a un sector del cuerpo de delegados a discutir cómo redoblar las medidas de lucha para ganar. Para eso están discutiendo nuevas medidas que aumenten la presión sobre la empresa para lograr un aumento salarial superior al acordado en todo el país.

Corresponsal