NEUQUEN.- Para los directivos de Zanon, el sindicato de ceramistas ha ido más allá de los reclamos laborales “y hoy son cuestiones ideológicas las que impiden volver a trabajar”, según expresó ayer la gerenta general, Elizabeth Sarmiento, quien acotó que “hay 150 personas dispuestas a trabajar”.
Sobre la habilitación del servicio de gas por parte de la dirigencia gremial, se destacó que “estamos reclamando lo que es de nuestra propiedad”, advirtiendo que se han hecho varias denuncias penales “por distintas violaciones”, entre las que se destacó la rotura de precintos, sacar productos “que se elaboraron con aportes de inversores privados” y permitir “el ingreso de gente extraña a la planta”.
“Todos queremos trabajar, y sobre todo 150 trabajadores que entienden cual es el momento de crisis que debemos afrontar”, sostuvo la ejecutiva, quien adjudicó los problemas de la empresa “a la crisis nacional”, agregando a esto algunos ingredientes particulares.
Recordó que a lo largo del año 2001 “tuvimos 200 días de paro, lo que impidió que pudiéramos cumplir nuestros compromisos comerciales, se iban los clientes y además perdíamos los pagos”. Todo adjudicado a lo irregular del proceso fabril.
Sarmiento adelantó que Zanon “deslinda cualquier responsabilidad” sobre el actual uso del gas para encender los hornos y sobre el consumo destacó que “lo deberá pagar el sindicato”.
Reconoció que el fallo judicial de octubre pasado, que sentenció a la empresa a una reapertura inmediata al determinar la existencia de un lock out o paro patronal injustificado, “es lo que da el paraguas legal para todo este tipo de medidas”.
Calificó a la postura del secretario general del sindicato, Raúl Godoy, de insistir con la reincorporación de los 331 trabajadores y el sostenimiento del mismo nivel salarial como “ridícula”, atento que “el mercado está destruido”. Contrapuso “la necesidad de construir para adelante” con “la postura del conflicto permanente” del sector sindical.
“Se trata de una postura ideológica que impide construir”, evaluó la gerente, quien recordó que “el sector de administración resigno parte de sus sueldo y quien le hable hace tiempo que no cobra”.
Evitó referirse a cualquier posibilidad de desalojo de la planta y solo estimó conveniente que el juez que lleva adelante el concurso de acreedores “tome medidas para garantizar los pagos de nuestras deudas”.
Sobre el proyecto para reactivar la planta, destacó que se está en condiciones de poner en marcha un horno y tomar a 70 personas en una primera etapa y, si bien hay una deuda millonaria con el Estado neuquino, aclaró que “no queremos aportes del estado, sino recuperar nuestra credibilidad y la posibilidad de poder asumir compromisos comerciales”.
Sobre la posibilidad de que el conflicto tenga por estos días un corte, lo puso en duda al calificar a Godoy como “un fundamentalista, que no entiende cual es la crisis que estamos atravesando”