NEUQUEN.- El conflicto entre los dos sectores en pugna por el control de la cerámica Zanon amainó ayer luego de dos días de fuertes enfrentamientos entre el Sindicato Ceramista y los autodenominados «independientes».
La audiencia convocada por la titular del Juzgado Civil N°5, Norma Poza, de la que participaron el Sindicato y los síndicos designados por la justicia porteña -no los independientes- colaboró para que el conflicto volviera a encarrilarse dentro del camino judicial. En rigor, no hubo ningún avance concreto en cuanto al futuro de la planta, sino una postura más «dialoguista» de parte tanto del Sindicato como de los síndicos.
Además, tras la reunión de ayer quedó en claro que no habrá una resolución del conflicto hasta tanto no se acuerde una salida judicial con los acreedores de la empresa concursada.
La jueza Poza reunió en su despacho a Raúl Godoy, secretario general de los ceramistas, y a tres de los síndicos designados por el juez porteño Germán Páez Castañeda.
Durante el encuentro, los síndicos ratificaron su posición de que se les permita realizar un inventario de la fábrica y tomar posesión de la misma.
El Sindicato aceptó, como ya lo había hecho en anteriores ocasiones, que los síndicos ingresen a la fábrica para realizar el inventario requerido, pero obviamente rechazó la posibilidad de ceder el control de la planta hoy ocupada.
Pero a pesar de las posiciones aparentemente distantes, el anuncio de parte de los síndicos a la jueza de que por lo menos hasta fin de mes no están en condiciones fácticas de realizar el inventario de la fábrica tranquilzó los ánimos. Las razones de tal imposibilidad fueron fundadas en una incapacidad técnica para llevar a cabo esa tarea.
El anuncio tomó por sorpresa a los ceramistas, quienes no obstante no estuvieron de acuerdo en suscribir un acta en la que se estableciera que en los primeros días de noviembre se realice el inventario: «era como firmar un cheque en blanco», señaló Godoy.
Tras la audiencia, la jueza Poza devolvió el «diligenciamiento» que le había enviado el juez Páez Castañeda al que le incorporó en un acta los contenidos de la reunión.
Esta decisión de la magistrada llevó a que la disputa volviera a estar igual que hace dos semanas: estancado pero no violento.
Por esa razón, la Central de Trabajadores Argentinos resolvió levantar el paro al que habían convocado para el lunes, por entender que el conflicto «quedó en una nueva instancia», según se informó mediante un comunicado de prensa.
También colaboró en un descenso de los niveles de violencia el levantamiento del campamento que los independientes habían instalado frente a la fábrica.
Según Oscar Montes, «nos fuimos porque teníamos información de que se nos iba a agredir. Y de hecho hoy (por ayer) radicamos una denuncia porque un compañero fue agredido por dos dirigentes cuando estaba junto a su familia».
Ayer, los independientes marcharon por el centro de la ciudad y se reunieron con diputados de la oposición, a quienes le pidieron que intervengan en el conflicto.
También los ceramistas enrolados en el Sindicato, junto al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), realizaron ayer un corte sobre la ruta provincial N°7, frente la fábrica, que se mantuvo desde media mañana hasta las 16.30 aproximadamente. La medida contó con el apoyo de diversas organizaciones políticas y un importante número de manifestantes.
Quienes también se movilizaron en apoyo a los ceramistas fueron unos 60 activistas del MTD de Cipolletti, Fernández Oro y Allen, quienes interrumpieron el tránsito entre Neuquén y Cipolletti a la altura del puente que cruza el Canal de los Milicos, donde permanecieron durante algunas horas.