NEUQUEN (AN).- Los obreros de la cerámica Zanon siguen sumando adhesiones de organizaciones sociales, gremiales y políticas de la región, el país y del extranjero ante el eventual intento de desalojo que, según denunciaron, contempla la resolución de una jueza neuquina. Sin embargo, aún no logran que los funcionarios del Poder Ejecutivo provincial escuchen sus reclamos.
Ayer una comisión encabezada por el secretario de los ceramistas neuquinos se movilizó hasta Casa de Gobierno para golpear los despachos de los miembros del gabinete neuquino, pero sólo lograron que una secretaría recepcionara el pedido de audiencia para que los atienda el jefe de Gabinete, José Brillo. Sin respuestas, se trasladaron hasta la Legislatura provincial. Allí fueron recibidos por los diputados aliancistas, Raúl Radonich, y Ricardo Villar, y por el socialista Eduardo Correa, que se pronunciaron a favor de una salida pacífica del conflicto.
Los ceramistas, sin embargo, no lograron sentar en la sala de comisiones de la Cámara a ningún diputado del PJ ni del MPN para explicar la situación que mantiene en vilo a unas 300 familias que viven de la cerámica que está bajo control obrero desde octubre de 2001.
Godoy denunció que "desde la semana pasada vienen solicitando una entrevista con algún funcionario del Gobierno, pero nadie nos ha recibido".
Dijo que una de las versiones fuertes que circulan atribuyen al Poder Ejecutivo como "uno de los que financiaría el desalojo de la fábrica". El jueves último, los ceramistas alertaron sobre una resolución de la jueza civil, Norma Pozza, que supuestamente habilita a los síndicos a tomar posesión de la cerámica. Esa decisión judicial, a criterio de los ceramistas, da vía libre al uso de la fuerza para proceder al desalojo.
Godoy ratificó que no abandonarán la planta ubicada en el parque industrial neuquino y defenderán "con el cuerpo cualquier intento de desalojo". "Hay mil personas que viven de esta iniciativa", enfatizó frente a la Legislatura, cuya actividad parlamentaria está paralizada desde enero pasado cuando la oposición intentó expulsar al vicepresidente primero de la Cámara, el oficialista Osvaldo Ferreyra, involucrado en un supuesto intento de coima. Pero la iniciativa chocó con la férrea defensa que el sobischismo hizo de Ferreyra.