10 de noviembre. Cristina Kirchner destacó, en una reunión con empresarios en la Cumbre del G-20 en Seúl, “los avances en las recientes reformas al FMI -que le otorgan más poder a los países en desarrollo en detrimento de varias naciones europeas-, aunque reclamó un cambio más profundo en el organismo”.

15 de noviembre. Cristina anuncia el acuerdo con el Club de París para comenzar a discutir la cancelación de la deuda con este organismo imperialista. (Ver LVO N° 401).

19 de noviembre. Timerman y Boudou se entrevistan con autoridades del FMI. Luego negaron haber discutido el pago al Club de París.
23 de noviembre. Boudou anuncia: “hemos solicitado asistencia técnica para el diseño de un índice de precios a nivel nacional, en lo que será un salto de calidad en las estadísticas argentinas, impulsado por el Gobierno e implementado por el equipo del INDEC, en un punto en el cual en particular ellos (el Fondo Monetario) tienen experiencia”.

En las últimas semanas cesaron las declaraciones oficiales contra el FMI, mientras este organismo presiona para aplicar sus recetas de ajuste en los países más golpeados por la crisis económica. Y mientras deja de lado el informe de las universidades sobre el INDEC, que pidió el mismo Boudou, requiere “ayuda” al FMI que no se dedica, precisamente, a las estadísticas.
El gobierno cede a la presión del imperialismo y le abre las puertas del INDEC para intervenir en las estadísticas nacionales. Como dicen los trabajadores de la Junta Interna de ATE/INDEC: “queda claro que no somos los trabajadores los que corremos a quedar bien con los representantes del capital financiero. Así como seguimos rechazando el pago de una deuda externa mentirosa e ilegítima, igualmente nos oponemos al FMI ‘monitoreando’ las estadísticas públicas de la Argentina. Queremos un INDEC sin mentiras, sin Intervención y sin patota”.

Pero no es extraño este pedido de ayuda. Mientras los criticaba, el gobierno K fue quien más deuda pagó al FMI, a los bonistas, a los “fondos buitres”, y ahora cierra el círculo cancelando la deuda con el Club de París y con el FMI interviniendo en las estadísticas. La independencia nacional queda en la retórica mientras día a día se aseguran las cadenas que nos atan al imperialismo.

Las estadísticas seguirán tan truchas como ahora. Un dato tranquilizó a los interventores del INDEC: el Fondo aclaró que no revisará hacia atrás lo hecho en el organismo.

“Los hombres del Fondo reclaman no sólo comenzar a confeccionar un índice de inflación más realista, sino también realizar una nueva encuesta de gasto de los hogares”, se lee en El Cronista (1/12). Pero el organismo, al servicio del capital especulativo de los países imperialistas, no tardará en criticar el rumbo económico y presionar por más ajustes. La misma Presidenta dijo que “algunos organismos son como la fábula de la rana y el escorpión y son, justamente, como el escorpión que picó a la rana después de que lo ayudara a cruzar el río y le dijo que no podía hacer otra cosa porque eso estaba en su naturaleza” (Página/12, 23/4/09).

El FMI, lejos de estos ejemplares de la naturaleza, es un organismo imperialista cuyo fin es someter a nuestros países. Vuelve a plantearse, más que nunca, la lucha por echar al FMI del INDEC y de la Argentina.