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Partido de los Trabajadores Socialistas
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Nueva publicacion del CEIP León Trotsky
Cómo se armó la revolución - Escritos Militares de León Trotsky
24 Aug 2006 |

Presentamos a los lectores de La Verdad Obrera el nuevo libro del CEIP Cómo se armó la revolución. Escritos militares de León Trotsky, Selección. A 66 años del asesinato del compañero de Lenin en la dirección de la revolución de octubre, la fecha de su publicación no ha sido azarosa.
En primer lugar, porque a través de la edición y traducción inédita al español de numerosos artículos que aquí hemos seleccionado, intentamos dar difusión a la principal obra referencial de Trotsky sobre las cuestiones militares y la guerra civil rusa. Son 620 páginas, donde el lector podrá recorrer artículos, discursos, órdenes militares y tesis políticas escritas durante esos años. Recordemos que originalmente la obra completa (compuesta por cinco tomos) había sido publicada en 1923 por el Consejo Superior Militar de Rusia pero desapareció rápidamente de circulación sin haber sido editada en forma completa en ninguna otra lengua hasta la edición inglesa realizada en 1979. Al comenzar el proceso de su consolidación en el poder, la burocracia stalinista intentó echar un velo sobre el pasado revolucionario y en particular sobre la figura de Trotsky, pretendiendo ocultar su rol dirigente en la Revolución de Octubre y en la guerra civil. La lectura de estos textos muestra con claridad la verdadera influencia y el rol jugado por Trotsky, dando cuenta de toda su genialidad y audacia creativa en el terreno militar, virtudes que han sido relativamente poco destacadas, para quien fue el dirigente y organizador del Ejército Rojo, creado en 1918. Trotsky acumuló cierto bagaje teórico y como observador de los asuntos militares unos años antes, actuando como periodista en la Primera Guerra Mundial en la región de los Balcanes. A pesar de no poseer una experiencia práctica anterior, Trotsky se convirtió, a partir de asumir la dirección del Ejército Rojo, en un estratega y dirigente militar. Además de dictar órdenes, decretos, reglamentos, informes, posicionar los frentes, etc., fundamentalmente fue el quien jugó el papel más importante en la difusión de las ideas socialistas y el convencimiento moral de las tropas allí donde ellas flaqueaban, donde podían ser derrotadas. El “famoso” tren blindado que condujo a Trotsky y su delegación de comandantes y soldados comunistas, durante casi dos años y que recorrió cerca de 100.000 kilómetros (un equivalente a dos vueltas y media al mundo), constituyó una verdadera “arma del socialismo” que unió al poder soviético con el conjunto de la nación, convenciendo a millones y millones de campesinos para pelear en el Ejército Rojo, defendiendo a la Rusia soviética. Una obra que adquiere mayor dimensión cuando se toma en cuenta la devastación que la Primera Guerra Mundial había provocado en el país y la cantidad de enemigos externos e internos que enfrentó.

Vigencia de estos escritos
En segundo lugar, aunque es innegable que muchos de los acontecimientos o relatos relacionados con la técnica y el arte militar que aparecen en la selección han sido superados por el desarrollo científico y tecnológico de la práctica militar, muchos de los temas tratados hacen a cuestiones más generales a tener en cuenta en toda guerra revolucionaria. Sería inútil, sin embargo, buscar en la lectura de estos artículos un “manual práctico” para la acción revolucionaria en la guerra civil. Trotsky debatió contra aquellos que querían crear una “doctrina” militar proletaria planteando que las cuestiones militares están íntimamente ligadas a condiciones históricas y prácticas. Así escribía: “Se han hecho intentos, en repetidas oportunidades, de dar prioridad a la creación de una “doctrina militar” proletaria antes que al trabajo real de construir el Ejército Rojo. Ya hacia fines de 1917, el principio absoluto de maniobras fue contrapuesto al principio “imperialista” de guerra de posiciones. La forma organizativa del ejército debía estar subordinada a la estrategia revolucionaria de las maniobras: cuerpos, divisiones y aún brigadas, eran definidas como formaciones demasiado pesadas. Los paladines de la “doctrina militar” proletaria proponían reducir la totalidad de la fuerza armada de la república a destacamentos individuales o regimientos. (…) La utilización de oficiales del viejo ejército, especialmente en puestos de comando, fue declarada como incompatible con la introducción de una doctrina militar revolucionaria; y cosas por el estilo. (…) Tratamos de utilizar, especialmente al comienzo, la mayor cantidad de hábitos, costumbres, conocimiento y medios existentes en el pasado y nos importaba bien poco en qué medida el nuevo ejército se diferenciaba del viejo, en el sentido formalmente organizativo y técnico o, por el contrario, en que aspectos se parecía. Construimos el ejército a partir del material humano y técnico que teníamos a disposición, buscando siempre y en todo lugar asegurar el control de la vanguardia proletaria en su organización, esto es, en sus efectivos, su administración, su conciencia y sus sentimientos”. Como se verá, fueron múltiples los obstáculos a superar para poner en pie el nuevo Ejército revolucionario y también las discusiones que surgieron sobre los caminos a seguir. En esos debates podrá verse cómo Trotsky hace gala de un marxismo vivo y, lejos de la aplicación de meras fórmulas abstractas de manual, recurre a su manejo acabado de la teoría para dar respuestas precisas en el terreno concreto.
En momentos en que el imperialismo ha adoptado una agenda guerrerista contra los pueblos y naciones oprimidas y semicoloniales, los Escritos… conservan una doble vigencia: por un lado, permiten comprender por qué en el terreno militar las circunstancias de enorme desventaja y atraso no son un obstáculo absoluto para asegurar el triunfo revolucionario y cuáles son las condiciones fundamentales para lograrlo. Por otro lado, el libro nos acerca de forma empírica y concreta la comprobación de que la guerra, en todas sus manifestaciones, no es más que la continuación de la política por otros medios; que su curso y orientación están inseparablemente unidos a la clase y al régimen político que la impone o sostiene; que, en última instancia, los fines y medios militares deben estar determinados por la estrategia política revolucionaria y que la forma y organización que la cuestión militar adquiera en cada momento, deben estar subordinadas a la verdadera fuerza de combate del proletariado que reside en la organización sovietista, que es la base de su poder, y en su dirección revolucionaria.
La degeneración de la URSS y su Ejército Rojo en manos del stalinismo ha tergiversado la historia de la revolución de Octubre y del triunfo de la guerra civil. A 66 años del asesinato de León Trotsky intentamos, con esta publicación, aportar a la difusión y conocimiento de estos hechos históricos y sus lecciones revolucionarias.
Para facilitar su lectura, el libro cuenta con un estudio introductorio realizado por las compiladoras, así como tambien con mapas que señalan distintas operaciones militares ocurridas durante la guerra civil.

Internacionalismo proletario
Los soldados del Ejército Rojo desde su incorporación se educaban con el Juramento Socialista en el internacionalismo proletario. La política internacional revolucionaria requería combinar la defensa de la URSS al mismo tiempo que la extensión de la revolución, es decir, lograr la flexibilidad suficiente para decidir cuándo retroceder y hacer concesiones o cuándo aplicar una ofensiva, incluso en el terreno militar. El respeto y los límites del derecho a la autodeterminación nacional; las concesiones a Alemania durante la paz de Brest; la política de confraternización con la base de los ejércitos enemigos; el giro a una política internacional ofensiva en el fallido avance sobre Varsovia; la ocupación de Georgia contra los mencheviques; éstas, entre otras, fueron decisiones controversiales que tuvo que tomar el partido bolchevique inaugurando una nueva experiencia para el proletariado mundial.

Ejército clasista y no nacional
Expresando las nuevas relaciones sociales se construyó un ejército de clase y no “nacional” o “popular”. El Ejército Rojo llegó a contar con 5 millones de combatientes, en su mayoría campesinos, quienes sellaron su alianza con los trabajadores alrededor del hecho de que sólo la revolución proletaria había realizado su mayor reivindicación histórica, el reparto de la tierra. Esto demuestra que, incluso en el terreno militar, la estrategia de la revolución proletaria no tiene obstáculos sociológicos sino políticos para consolidar la alianza obrero y campesina.


Viernes 8 de septiembre en el IPS
El libro será presentado el viernes 8 de septiembre a las 19:30 hs. en la sede del Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx” ubicado en Riobamba 144, Capital Federal.




 

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