Macri e Ibarra quieren utilizar el voto popular para terminar con la Buenos Aires del 19 y el 20 de diciembre del 2001, continuando el plan de relegitimación del régimen iniciado en la elección presidencial. Quieren que no queden restos de la ciudad que durante meses vio la generalización de las asambleas populares y su demanda de democracia directa, la del “que se vayan todos”, de la unidad del “piquete y la cacerola”, de la ocupación de las fábricas y su puesta a producir sin patrones, de las movilizaciones masivas contra la represión.
Ibarra y Macri comparten el proyecto de una ciudad para los ricos, con obras públicas que benefician a los grandes grupos constructores y son parte de las “cajas negras” de los políticos patronales, centrados en el proyecto de una ciudad “turística” que tienda a la expulsión de los más pobres. Aún contando con un presupuesto varias veces superior al de los municipios más populosos del Gran Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires no ha sido ajena en nada al proceso de concentración de la riqueza que se produjo en el país en los últimos años: si en 1985 el 10 por ciento más rico de la población recibía 13 veces más que el 10 por ciento más pobre, en mayo de 2001 se produjo el récord de desigualdad social: ¡¡¡134 veces más!!!.
Ibarra y Macri, apoyados ambos por distintas fracciones del peronismo en el poder, se proponen profundizar esta situación. A ellos, como parte de una política de oposición a un régimen y al gobierno nacional encabezado por Kirchner con el que comparten el mantenimiento de la “cultura de la explotación”, vamos a darle pelea en estas elecciones. Bajo el lema de “Mantener viva la Buenos Aires del 19 y 20 de diciembre” el PTS levanta la necesidad de una serie de medidas de urgencia que retoman lo mejor de lo que dieron las jornadas de diciembre del 2001 y responden a las necesidades más acuciantes de los trabajadores y el pueblo.
Pelear hoy por las medidas que el PTS levanta en su plataforma electoral, es prepararnos para retomar el camino de aquel 19 y 20 de diciembre que derrotó en las calles al entonces gobierno de la Alianza, del cual el autodenominado “nuevo” Ibarra era parte fundamental. Esta vez logrando la participación dirigente de la fuerza social capaz de dislocar el poder de los capitalistas y su estado: la clase trabajadora. Así podremos conquistar la salida de fondo por la que bregamos: la expropiación de nuestros expropiadores –banqueros y empresarios- y un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
El PTS presenta listas compuestas por compañeras y compañeros que, al contrario de lo que hacen los dirigentes de la CTA o Miguel Bonasso que van en las listas de Ibarra, plantean la necesidad de construir una herramienta política de los trabajadores que lidere la lucha contra la opresión imperialista y termine con este régimen de explotación y miseria. Estamos orgullosos de contar en las mismas con extraordinarios luchadores como Celia Martínez de Brukman, y “Charly” Platkowsky de LAPA, ambos compañeros extrapartidarios que aceptaron la partida a título personal, se juegan a utilizar la tribuna electoral para pregonar la necesidad de esta herramienta política, la lucha por la expropiación definitiva de las fábricas ocupadas y el control obrero, entre otros puntos centrales que hacen a la construcción de un nuevo movimiento obrero.
Convocamos a todos los compañeros lectores de La Verdad Obrera a apoyar activamente esta campaña y las listas del PTS en los lugares de trabajo, estudio y en todos los barrios de la Ciudad.