Nico, ¿de donde te parece que viene esa simpatía de muchos trabajadores y jóvenes por las propuestas de la izquierda clasista?
  
El primer hecho novedoso fueron los miles de trabajadores que tomaron en sus manos nuestra campaña. Compañeros y compañeras que, sin ser militantes partidarios, fueron como candidatos, hicieron campaña no solo en sus lugares de trabajo sino también en sus barrios, con familiares y amigos. La votación del Frente de Izquierda no se puede explicar sólo desde la campaña televisiva, sino también por ese movimiento desde abajo que fue muy potente, poderoso, donde por supuesto los militantes fueron importantes, pero que se multiplicó por miles. Y se trata de los trabajadores que vienen desde hace años luchando contra las patronales y la burocracia sindical. No tengo dudas en afirmar que todos los sectores combativos de la clase obrera no solo votaron sino que hicieron campaña por el Frente de Izquierda.
 
¿Y la juventud?

Ahí también logramos un importante apoyo. Hay un sentimiento de rechazo a los políticos de los partidos tradicionales. Ven que viven como ricos, que ante las inundaciones Scioli viaja a Europa o el escandaloso fraude en Tucumán. Además hay un repudio a las condiciones de vida que esos políticos te imponen. Hoy no sabés si el trabajo te va a durar 3 meses, muchos andan “de fábrica en fábrica”, no pueden acceder a la universidad pública ni a una vivienda y siguen viviendo con sus padres. Nosotros desde el Frente de Izquierda hemos planteado esos problemas y una salida: terminar con la precarización laboral, salarios igual a la canasta familiar, derecho a educación y salud públicas de calidad. Y que los fondos para eso están: hay que tocar las fortunas de los grandes empresarios, terratenientes y banqueros.
Por esto hay nuevos sectores de la juventud que se identifican con las ideas de la izquierda. Que ven que Argentina es un país con enormes riquezas… en manos de un puñado de privilegiados. A los jóvenes no les entra lo de la “década ganada” cuando tienen que vivir con 5000 pesos.
Y además ven que en el mundo, con la crisis capitalista de fondo, son muchos los movimientos donde los jóvenes tienen protagonismo. Eso hace que miren con más atención nuestros planteos, nuestra perspectiva anticapitalista.
 
Pero hay otras referencias que se consideran de izquierda…

Si, pero hay una experiencia en sectores de la juventud, de los trabajadores, el movimientos de mujeres. Muchos tenían ilusiones sobre fenómenos que supuestamente venían a enfrentar esa situación. Y ven lo que está pasando en Grecia, con la capitulación brutal de Syriza. En Latinoamérica, el gobierno chavista de Maduro no puede sacar a Venezuela de la crisis. En ambos casos queda claro el fracaso de los que hablaron de “humanizar” o reformar el capitalismo. Del lado de los explotados hace falta una perspectiva anticapitalista consecuente, donde las conquistas electorales y parlamentarias estén al servicio de desarrollar nuestra lucha y organización, con un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
 
¿Qué otros problemas denunciaron?

La juventud también está bajo amenaza permanente de represión policial, con la militarización de los barrios y los códigos de faltas. El gatillo fácil se lleva la vida de un joven todos los días. La precarización laboral deja al descubierto el doble discurso del kirchnerismo. Lo vimos en estos meses en la metalúrgica Liliana de Rosario, en los supermercados Atomo de Mendoza, en los call centers de Córdoba o las autopartistas de Buenos Aires. Son símbolos de la superexplotación de la juventud. Una juventud que vio cómo se llenaron los bolsillos sus patrones en estos años, y no ha tenido ningún avance real en sus condiciones de trabajo y sus condiciones de vida.
 
Pero al mismo tiempo surgen nuevas generaciones de luchadores...
Totalmente. Hay sectores que vienen haciendo una interesante experiencia, donde se une la juventud trabajadora con el activismo obrero que te contaba al principio, los sectores que han recuperado comisiones internas, que vienen dando duras peleas como Kraft, Lear, MadYgraf (ex Donnelley), la 60, Cresta Roja, en los sindicatos docentes. Este sindicalismo combativo está nutrido por muchos jóvenes que hacen sus primeras experiencias contra la burocracia sindical, contra las patronales, y las hacen junto con la izquierda. No es solo una experiencia “sindical”. Son muchísimos los compañeros y compañeras que tomaron en sus manos la campaña electoral, militando contra los grandes aparatos del peronismo o la oposición.

Pero también están los centros de estudiantes combativos, que jugaron un rol importante en el apoyo a las luchas obreras como vimos en Lear. La pelea por lograr avances en sus derechos del movimiento LGTTBI. Las movilizaciones de miles de jóvenes en las marchas por la despenalización de la marihuana, donde nosotros participamos planteando la legalización y que se termine la persecución a los consumidores. Las masivas movilizaciones de las mujeres en el NiUnaMenos. Gran parte de esas manifestaciones están nutridas por jóvenes. Quienes se movilizan por esos derechos no van a encontrar en los candidatos tradicionales un apoyo a sus demandas, ni siquiera de los que se hacen llamar “progresistas”.
Desde el Frente de Izquierda venimos apoyando y siendo parte de esos movimientos, al tiempo que decimos que todos esos derechos que este sistema nos niega, los vamos a conquistar definitivamente con la movilización y a través de un gobierno de los trabajadores.

¿Qué le plantean a los jóvenes, y a las mujeres y trabajadores que ven con simpatía las propuestas del FIT?

Queremos proponerles hacer juntos una gran campaña. Contra los políticos tradicionales que tienen un gran aparato, nosotros contamos con una gran militancia donde el rol de la juventud es clave. Ya ha puesto toda su creatividad haciendo spots, videojuegos y todo tipo de movidas. Mientras más alta sea la votación del Frente de Izquierda, mientras más trabajadores convenzamos que nos apoyen, si además conseguimos más diputados, más fuertes vamos a estar para enfrentar los ajustes que ya existen y los que vendrán.
A todos ellos queremos invitarlos a organizarnos para dar esta pelea. Y crear una gran fuerza política de los trabajadores capaz de defender, en el Congreso, en los lugares de trabajo y tambien en las calles, cada reclamo y nuestro programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Si cada vez somos más, lo vamos a lograr.

Propuestas

¿Contame algunas propuestas que están planteando en la campaña?

En el tema de la mujer presentamos el “Proyecto de emergencia contra la violencia de género”. Tenemos que seguir esa pelea, y también por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. En la lucha contra el gatillo fácil venimos organizándonos con un importante movimiento de jóvenes y mujeres en los barrios, en Córdoba, Rosario, Mendoza. Denunciamos a las cúpulas policiales, las mafias y su entramado con las instituciones del Estado. El reclamo de un salario mínimo igual a la canasta familiar, terminar con las leyes de precarización laboral y peleando por el pase a planta de los contratados y tercerizados. O nuestro planteo de que todos los funcionarios políticos y legisladores cobren como un trabajador. Este planteo no solo es denuncia contra los políticos del régimen, también apunta a decir que son los jóvenes y los trabajadores los que tienen que tomar la política en sus manos, contra los candidatos que se proponen ser gerenciadores del poder de los grandes capitalistas.