Desde que asumimos las bancas del PTS en el Frente de Izquierda y los Trabajadores gracias al casi millón y medio de votos del año pasado, llevamos adelante el objetivo de levantar nuestra voz desde el punto de vista de la clase trabajadora y para desnudar los engaños de los representantes de la clase dominante.

Así lo hicimos desde que entramos en el Congreso Nacional, la Legislatura bonaerense, en Mendoza con una senadora, una diputada y concejales, y en la Legislatura de Neuquén con Raúl Godoy (obrero de Zanon), que hace unos meses dejó la banca por el acuerdo de rotación establecido por las fuerzas que integramos el FIT.

Los legisladores del PTS nos hicimos presentes en las luchas de nuestra clase y el pueblo pobre y pusimos el cuerpo codo a codo con los obreros, como cuando el gobierno reprimía en Lear, enviando a la Gendarmería que nos terminó atacando con saña.

Presentamos innumerables proyectos, como el que exige que cada legislador o funcionario político cobre igual que una maestra, para desnudar la vida de millonarios que se dan, viviendo del Estado (y sus negociados), en contraposición con millones de trabajadores que hoy ni llegan a cobrar el costo de una canasta familiar.
Aportamos gran parte de nuestras dietas a las luchas obreras y populares, cumpliendo la promesa de sólo cobrar el costo de esa canasta familiar.

En el Congreso Nacional interpelamos al jefe de Gabinete Capitanich; denunciamos el curso de derecha del gobierno, como con la entrega de nuestras riquezas hidrocarburíferas a las multinacionales; repudiamos el pago de deuda al Club de París y el reaccionario nuevo Código Civil (acordado con Bergoglio); y denunciamos la negativa de Cristina Fernández a que avance el proyecto por la legalización del aborto. En la Legislatura bonaerense pedimos la interpelación a los funcionarios de Scioli por las inundaciones; impulsamos desde la banca del FIT, en acuerdo con organizaciones estudiantiles y otros diputados, el boleto estudiantil gratuito en la provincia; y en estas últimas semanas, se logró la media sanción del proyecto de Ley de expropiación de Donnelley, mientras seguimos luchando por el proyecto original elaborado junto a los trabajadores que gestionan la fábrica para que no haya pago.

Toda esta actividad fue producto de luchar en las calles junto a trabajadores y sectores populares, poniendo nuestro esfuerzo en aportar a la organización independiente de nuestra clase, mientras que en el parlamento desnudamos la farsa de una democracia para ricos.