El pasado martes 8 se realizó una marcha del Obelisco a la Jefatura del Gobierno porteño convocada por los vecinos de la Villa 20, que reclaman su urbanización y una solución inmediata a las 700 familias desalojadas del barrio “Papa Francisco” incorporándolas a la ley habitacional 1770.
“Hay una gran cantidad de familias que están en situación de calle, entre ellos 15 compañeros que están viviendo en lo que nosotros llamamos la Franja de Gaza, porque los tienen en un corralito, están viviendo como en una prisión a cielo abierto.”, denunció Marcelo Urquiza, delegado del barrio.
Como parte de las organizaciones solidarias, estuvieron miembros del cuerpo de delegados de la 1-11-14, uno de sus delegados y miembro del PTS, Yuri Fernández, afirmó que “acompañamos el reclamo de urbanización de la Villa 20 y el resto de las villas de la ciudad. En la 1-11-14 tenemos una ley, la 403, hace mas de 12 años, pero es cajoneada por el gobierno de la Ciudad y de la Nación”.

El Frente de Izquierda presente
El diputado nacional Nicolás del Caño (PTS) y los legisladores porteños rotativos Marcelo Ramal (PO) y Patricio del Corro (PTS) acompañaron el reclamo.
Del Caño denunció: “Junto a las demandas de los vecinos de la Villa 20, es necesario repudiar el desalojo violento al mejor estilo de la dictadura militar, con topadoras, que tanto la Metropolitana de Macri y la gendarmería de Berni, llevaron adelante. Esta es la respuesta de ambos gobiernos contra los trabajadores que intentan resolver su angustiante problema de vivienda. Y esto se da en un país donde hay un déficit habitacional de 3 millones de viviendas”.
Por su parte, Patricio Del Corro, agregó que: “repudiamos enérgicamente a la Ministra de Seguridad de la Nación, que el día lunes en la TV Pública dijo que había aceptado que pasaran las topadoras porque el macrismo les había dicho que iban a hacer viviendas. Una clara confesión de complicidad del gobierno nacional con el derechista de Macri”.
Esta connivencia queda más explícita, luego de escuchar el mega proyecto estatal-privado, que la Presidenta llevara adelante en la Isla Demarchi, “la torre más alta de Latinoamérica” para el negocio inmobiliario en Puerto Madero, mientras para el sur de la ciudad topadoras y represión. Los primeros trascendidos dan cuenta que con ese mismo dinero podrían resolver el problema habitacional a 10.000 familias. Digan lo que digan, Cristina y Mauricio coinciden en su proyecto de una ciudad a lo New York, pero sin pobres.