Hoy se cumple un mes de la represión policial desatada en la comunidad wichi Cacique El colorado, provincia de Formosa, cuando sus miembros impidieron que privados ocupen parte del territorio indígena. Los cinco hermanos Tejada que resistieron están presos por defender su territorio, y organizaciones sociales, de derechos humanos y pueblos originarios reclaman su liberación.

Los hermanos Tejada venían denunciando desde hace años las intromisiones pero nunca tomaban sus denuncias, según expresaron miembros de la comunidad. El 28 de julio pasado el privado comenzó a alambrar y se encontró con la resistencia de los hermanos Tejada. Ante esto, el criollo Tedín hizo la denuncia a la policía y la justicia ordenó el allanamiento, y se produjo una fuerte represión en medio de las clases de los niños a quienes les tiraron los cuadernos y quedaron en medio de la balacera y los golpes, según denunció el referente wichi Agustín Santillán.

El martes pasado se cumplió el plazo para resolver la situación procesal de los hermanos Tejada, pero el juez de la causa no se expidió. Los detenidos podrían comenzar una huelga de hambre por sus derechos y por la libertad de los detenidos.
Como es costumbre con los pueblos originarios en los conflictos territoriales, los privados -ya sean empresas o terratenientes-, cuentan con el aval de la justicia, la policía y el gobierno para armar causas a los luchadores indígenas. Uno de los hermanos quedó gravemente herido en el hospital y sin atención médica, esposado a su cama. En ese momento, el abogado representante miembro de la Asociación Civil por los Derechos de los Pueblos Indígenas, Daniel Cabrera, solicitó un hábeas corpus para los detenidos que fue rechazado por la justicia y denunció que se encontraban incomunicados. En este transcurso, los detenidos fueron extorsionados para que cambien el abogado indigenista por Omar Padilla, un abogado del Frente Para La Victoria con la amenaza de no ser liberados. Tras las denuncias y movilizaciones los wichi pudieron volver a ser representados por Cabrera. Este atropello se produce después de una seguidilla de denuncias de racismo, gatillo fácil policial y asesinatos en serie de niños y jóvenes wichi en manos de criollos, de violación de las niñas y mujeres y de tráfico de órganos.

El 11 de este mes se realizó una audiencia pública en el Congreso Nacional, con legisladores del FIT, la FUBA y organizaciones originarias y de DDHH, a la cual también convocaron Félix Díaz, las Madres de Plaza de Mayo Elia Espen, Nora Cortiñas y Mirta Baravalle, la APDH y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia. El 22 siguiente se realizó una manifestación en el Ministerio del Interior donde Florencio Randazzo se negó a recibir a Adolfo Pérez Esquivel y la delegación de organizaciones estudiantiles, sindicales y de trabajadores que iban a presentar la denuncia de la situación del pueblo wichi en la Formosa de Insfrán.

Los wichi no son el único pueblo atacado en Formosa, el sábado 23 de Agosto quemaron la casa de Ricardo Vargas, integrante de la comunidad qom La Primavera, quienes desde 2010 mantienen una resistencia cotidiana por sus derechos. Ambos pueblos afirman que las amenazas son cotidianas y que nadie les toma las denuncias. El caso de los wichi y qom es muy similar ya que los amedrentan para quitarles el territorio para dejarlo libremente en manos de petroleras o del avance sojero. En ambos casos la ley de emergencia territorial y el relevamiento del territorio, en vez de servir para legalizar el derecho ancestral al territorio, sirvieron para dejar fuera del mapa parte del territorio, el cual el estado no reconoce y por tanto queda a merced de privados.