En las fábricas alimenticias de zona oeste del Gran Buenos Aires, los trabajadores dieron la primera demostración de descontento en las elecciones de dirección del sindicato (STIA) contra la burocracia representada por la Lista Verde, con la masiva votación a la Lista Bordo, que es la oposición a la Verde dirigida por un ex menemista devaluador y ahora kirchnerista y ajustador como Rodolfo Daer.

Ese descontento hoy se expresa en que las bases presionaron a sus comisiones internas y en muchas fábricas tuvieron que acatar los paros de 4 horas por turno que había llamado el FTIA, y no sólo eso, sino que en algunas fábricas los trabajadores obligaron a los delegados a parar las principales máquinas.

En otras fábricas la Verde tuvo que hacer asambleas -en palabras de los delegados verdes “hacemos asambleas mas allá de que no queramos, sino después tenemos que andar escuchando por la Bordo y la izquierda que no somos democráticos”- presionados, sobre todo, por el enorme descontento que hay con ellos entre los laburantes. Pero carnerearon los paros, excusándose que eran sólo para las fábricas grandes y que en las chicas no podíamos hacer nada más que enojar al patrón y nadie quiere eso, demostrando su servilismo a las patronales y metiéndole miedo a los laburantes.

Ese servilismo a las empresas y a los partidos patronales se expresa en que terminaron arreglando un 35% en cuotas, lejos del 45% que el sindicato afirmaba que no se iba a bajar hasta conseguirlo. Claramente se apuraron a cerrar la negociación para que las medidas de lucha no se sigan extendiendo, como el paro de 8 horas que se tenía pensado. Por eso la clave es formar fuertes agrupaciones combativas y antiburocráticas principalmente con esos sectores que hicieron una experiencia aun mayor en estas paritarias, y poder influenciar al resto de los trabajadores. La única manera de conseguir nuestras conquistas es mediante la organización y la lucha. En ese sentido vemos que se pueden organizar todos esos trabajadores que el sindicato deja a la deriva, a la merced de las patronales más precarizadoras en la zona oeste. Por otro lado, el ataque a la Bordó por parte de los delegados de la Verde se debe en realidad al descontento que hay hacia ellos (y sus patotas) en oposición a la simpatía que despierta nuestra agrupación, que cuenta con comisiones internas en fábricas como Kraft y PepsiCo, y congresales en Stani y otras fábricas. Son comisiones internas y delegados al servicio de los trabajadores.

Trabajadores de la alimentación de la Zona Oeste