El pasado 13 de Junio, la Audiencia Nacional (tribunal de justicia del Estado español) le ha impuesto tomarse un mal trago a la embotelladora Coca-Cola Iberian Partners, declarando nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a 1.190 trabajadores y trabajadoras y suponía el cierre de cuatro plantas.

Tras meses de lucha, especialmente de la planta de Fuenlabrada que ofreció una durísima resistencia contra el plan de la patronal con la huelga indefinida y un campamento frente a la fábrica, la sentencia supone la reincorporación a sus puestos de trabajo de todas las compañeras y compañeros despedidos. Asimismo, la empresa le tendrá que pagar a los trabajadores los salarios que han dejado de percibir tras el anuncio del ERE.

En más de 4 meses de lucha, los trabajadores se han movilizado diariamente contra el plan de la empresa y no han descartado ninguna medida de presión, incluso la ocupación de la fábrica, con el objetivo de torcerle el brazo a la patronal. Al mismo tiempo, no han cejado en buscar la solidaridad de la población y promover la campaña de boicot a la marca Coca Cola, que ya ha provocado la pérdida de la mitad de las ventas en la zona centro. Como admitió la propia embotelladora Coca-Cola Iberian Partnes ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que lo reflejo así en la sentencia que declara la nulidad del ERE. Según confirman fuentes sindicales, este “desplome histórico” de las ventas, “es la mayor caída registrada nunca por la empresa y afecta a las comunidades autónomas a las que abastecía la fábrica de Fuenlabrada, ahora cerrada. Se trata de Madrid y la mayor parte de Castilla-La Mancha y Castilla y León.”1

Por ello, la sentencia de la Audiencia Nacional es un gran triunfo judicial que se ha conseguido con la huelga, los piquetes, la movilización y la coordinación con otras luchas, como con los valientes compañeros y compañeras de PANRICO Santa Perpetua que mantuvieron una huelga indefinida de 8 meses y aún continúan la pelea contra los despidos y recortes.

¿Y después de la sentencia, qué?

Como decía días antes de conocerse la sentencia Alberto Pérez Mayoral, delegado de CCOO en la planta de Fuenlabrada: “El 3 de junio comienza realmente nuestra lucha” .2

En los próximos días la patronal de Coca Cola sin duda presentará un recurso contra la sentencia ante el Tribunal Supremo, que en el plazo de un año aproximadamente deberá decidir si valida el ERE o ratifica la sentencia. Pero al mismo tiempo, los trabajadores pedirán esta misma semana la ejecución provisional de la sentencia de la Audiencia Nacional para que se reincorporen a todas las compañeras y compañeros y se reabra la planta de Fuenlabrada y el resto de las plantas afectadas por el ERE. La justicia no puede negarse a ejecutar el ERE y, en principio, la patronal no puede negarse a acatarlo. Pero si se da este escenario, que es el más probable, la empresa no dudará en echar a su menú de maniobras para intentar quebrar la voluntad de los trabajadores y evitar que ganen en esta batalla de clase.

La patronal prepara la contraofensiva… y no sólo en Coca Cola

Tras conocerse la sentencia, el presidente de la filial española de Coca-Cola, Marcos de Quinto, escribió en Twitter: “Las fábricas que cerraron seguirán cerradas, la sentencia se recurrirá y el ERE seguirá”.

Pero más allá de la prepotencia característica de los grandes tiburones capitalistas como De Quinto, la realidad es que el varapalo a Coca Cola en la Audiencia Nacional pone al descubierto un problema que va más allá de este conflicto.

Como dice un analista, “La reforma laboral, entre otras ‘virtudes’, tiene el gran mérito, como se sabe, de facilitar muy mucho la presentación por parte de las empresas de Expedientes de Regulación de Empleo, los conocidos como ERE. Pero el cambio que han traído es tan radical, que a la hora de la verdad no son pocos en absoluto los jueces que, porque está recurrida en el Constitucional, y porque ellos mismos ven ‘huecos’ en la reforma, están echando atrás procesos de ERE. Un hecho que desespera tanto a las empresas como a quienes pusieron en marcha la reforma.”3

Entre estos casos, la anulación del ERE de Coca Cola –con su espectacular impacto mediático, como no podía ser de otro modo- ha hecho saltar todas las alarmas entre las altas esferas de la burguesía agrupada en la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), que ya prepara un acelerón no sólo para ratificar la Reforma Laboral, sino para endurecerla en una versión bis. Una segunda Reforma Laboral que satisfaga las exigencias que hace meses viene haciendo la Troika y Bruselas para hacer aún más antiobrera, si cabe, la legislación laboral española. Limitar cualquier libre interpretación de la Ley en los tribunales, abaratar aún más el despido, flexibilidad laboral al 100% para disponer en la distribución de la jornada y la movilidad, endurecimiento de las condiciones para anular despidos, variabilidad de salarios, contratos de formación con sueldos miserables, polivalencia y un largo etcétera de medidas son las que ya se están barajando en los estudios jurídicos de la gran patronal. Como el influyente bufete de abogados Sagardoy, diseñadores de la Reforma Laboral y… representantes legales de la patronal de Coca Cola.

Presumiblemente, las vacaciones serían el mejor momento para que los buitres del capital quieran colar esta nueva Ley. A todas luces, se viene un verano caliente en el Estado español.

La lucha continúa

La lucha de Coca Cola continúa contra todas las maniobras de la empresa hasta la reapertura definitiva de Fuenlabrada y el resto de las plantas, y hasta la readmisión en sus puestos de trabajo de todas las compañeras y compañeros. Como también continúa la lucha de los trabajadores de PANRICO, que a pesar de contar con fuertes argumentos legales para exigir la anulación del ERE que pesa sobre ellos, fueron castigados por la misma Audiencia Nacional con una sentencia ejemplificadora por haberse rebelado contra sus propios representantes sindicales, los que firmaron el ERE y los que pusieron palos en la rueda a la lucha, confiando en sus propias fuerzas para enfrentar a la empresa y a la Generalitat (gobierno catalán) que no ha hecho más que jugar el triste papel de abogado de la patronal. Y sobre todo, la lucha continúa contra los próximos ataques y los intentos de la patronal de imponer una nueva Reforma Laboral.

PANRICO y Coca Cola ya han mostrado cuál es el camino para enfrentarla: la huelga, el boicot, la asamblea y la coordinación desde abajo. Ese es el camino para triunfar y para superar las trabas de las burocracias sindicales que no han hecho más que contener a las bases y permitir todos los ataques contra las conquistas obreras.

Contra todos los que han perdido la confianza en el potencial transformador de la clase trabajadora y los métodos de la lucha de clases, hoy vuelve a demostrarse donde está la fuerza para plantar cara a los capitalistas y su casta de políticos a sueldo.