Luego de tres días de paro contundente se terminó el conflicto en Kraft por la muerte de Alejandro Scampini. La patronal tuvo que ceder y poner la ambulancia en planta de manera permanente, sacar al jefe del departamento médico (de más de 30 años de antigüedad y verdaderamente odiado por los trabajadores), y comprometerse a no descontar los salarios por las medidas de lucha. ¡Nunca esta patronal retrocedió tanto ni tan rápido! Es una conquista de todos los trabajadores, organizados en asambleas y bancando un duro paro.

El odio de clase fue más fuerte que la patronal, porque ante el desprecio con que tratan la vida de los obreros, y ante la muerte de Ale, todos se pusieron de pie. Con esta medida contundente, con asambleas masivas, yendo a apurar a la patronal como en el turno mañana donde más de 60 trabajadores fueron a las discusiones con los gerentes o en el turno noche con más de 200 compañeros rodeando a los gerentes, fuimos avanzando dando golpe por golpe.

Con mucha bronca, con tristeza, con lágrimas despidiendo en el portón a nuestro compañero, con firmeza para hacerle frente a los gerentes, y atentos a no comernos las maniobras de la burocracia, este es un logro muy importantes frente a una patronal como esta, que prefería perder millones teniendo parada la planta antes que poner una ambulancia. Tuvieron que ceder.

La Comisión Interna y los compañeros que formamos parte de la Agrupación Bordó de la alimentación, impulsamos y garantizamos las asambleas, embretando al sindicato para que no pasen las maniobras, haciendo que la burocracia se tenga que comprometer en las asambleas a no firmar sin consultar y que todo sea refrendado por la asamblea y tuvieran que acatar, planteando la participación de compañeros en las reuniones, llevando el frente único en la lucha pero estando atentos a las maniobras de la burocracia de Daer, peleamos para que suban a la audiencia en el Ministerio distintos compañeros representando a los independientes y al resto de las corrientes.

Luego de arrancarle los reclamos por escrito a la patronal en el Ministerio de Trabajo, el lunes por la noche, masivas asambleas del turno noche y turno mañana decidieron aceptar la propuesta de la empresa pero mantener la medida hasta que votasen los tres turnos. Esto se mantuvo pese a la presión de la patronal y la burocracia que salió a apretar a diferentes sectores para que larguen la producción y así romper la unidad y pasar por encima a la asamblea. El paro se levantó finalmente a las 14 horas, luego de la asamblea del turno tarde. Una compañera decía: “esta lucha valió la pena y fue cuerpo a cuerpo frente a la empresa, ¡pero se la ganamos!”. La moral en todos los compañeros es muy buena.

Llegamos a la finalización del conflicto con la medida fuerte del paro, asambleas masivas y la decisión de seguir profundizando la organización de los trabajadores, ya que para hacer cumplir lo conquistado no se puede bajar la guardia. Por lo pronto es un triunfo, aunque no tengamos nada que festejar. ¡Ale Presente! Por fin te podemos llorar.

Testimonios de trabajadoras

“Cuando me enteré que otro compañero había fallecido en la fábrica me dio mucha indignación y bronca. Decidimos pelear hasta las últimas consecuencias porque algo definitivamente debía cambiar, esto no puede seguir pasando… ¿y si mañana soy yo? Lo que creo es que la unión hace la fuerza. Pero lamentablemente tuvo que haber una víctima para que escuchen nuestro reclamo”.

“Lo que se logró fue muy importante gracias a la unidad de todos. Pero es una vergüenza que para conseguir lo que conseguimos la empresa se haya cobrado la vida de 3 trabajadores. Hay que seguir con la misma medida, todos unidos. No perderles pisada a la empresa, como ellos hacen con nosotros. No dejarles pasar ni lo más mínimo. Sé que esto sucede en otras fábricas en donde muere gente por trabajar en malas condiciones, que nadie los defiende. Yo les diría que hablen, que no se callen sino nadie se entera de nada.”

“¡Con qué necesidad un chico trabajador, un buen compañero, con toda una vida por delante y lo dejaron morir! El paro no fue por capricho. Lo provocó la empresa, debido a lo mal que se manejan con la gente. No hablo de valorar a las personas porque para ellos somos un número. ¡Pero ni siquiera tienen respeto por la vida! ¡No puede ser que entremos a trabajar y salgamos en un cajón porque ellos quieren! En una de las reuniones que participé, los argumentos que dio la empresa me parecieron una falta de respeto total. Como pueden decir que le sorprende las medidas tomadas cuando hay millones de denuncias hechas y actas firmadas que afirman el mal desempeño que tienen para con nosotros”.

“Estuvo bueno estar en la audiencia. Estar entre medio de esos tipos, escucharlos y conocerlos un poco, te das cuenta lo que son. En las asambleas tenemos que pensar bien lo que decidimos, tomar buenas decisiones. Me gusta esta interna, y ojala siga creciendo como hasta ahora”.

“Cuando nos enteramos inmediatamente hicimos cadena. Decíamos que había que tomar medidas, que esto no daba para más. Que no puede ser que estos mugrosos lo arreglan por unos pocos mangos. Esa noche no pude pegar un ojo, estaba re caliente. Había que hacer algo, no podía quedar así. La vida de un obrero vale mucho más que un día de producción. Es la tercera persona que muere en estos 3 o 4 años en planta y esta manga de carniceros seguía ahí diagnosticando a los trabajadores y especulando con nuestra salud”.