Al comienzo de la sesión, previo a la jura de los diputados, la presidencia de la Cámara avisó que todas las impugnaciones presentadas respecto de algunas bancas serían remitidas a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento. Así intentó proseguir, sin sobresaltos, con las juras. Pero los diputados del FIT pidieron la palabra. Mientras Nicolás del Caño levantaba una pancarta con la leyenda “No al fraude contra el Frente de Izquierda”, Néstor Pitrola se acercó al micrófono.

“Señor presidente: a efectos de dejar constancia de nuestra impugnación presentada en el día de ayer a la asunción de los diputados de la provincia de Córdoba. Hay un recurso extraordinario presentado en tiempo y forma ante la Corte Suprema, después de que hubiera dos recursos ante la Junta Electoral de la provincia de Córdoba, con votación dividida, y ante la Cámara Nacional Electoral, también con votación dividida, por la cantidad de irregularidades que rodearon la elección cordobesa.” Desde algunos sectores intentaron impedir a los gritos que el diputado del PO siguiera hablando. “Pido que se me respete en el uso de la palabra, señor presidente -siguió Pitrola-. Allí se introdujeron boletas de las PASO de manera masiva en las ocho mil mesas de la provincia de Córdoba, lo que mereció una resolución de la Junta Electoral, la número 17, durante el día del comicio, por la cual eran válidas; resolución que nunca llegó a los presidentes de mesa. Hay más de treinta mil votos nulos y hemos pedido fundadamente la reapertura de más de dos mil urnas. Fue presentado un recurso ante la Corte Suprema y nos atenemos al artículo 3°, inciso 2), del reglamento de esta Cámara para dejar impugnada la asunción de los diputados cordobeses hasta que la Corte Suprema resuelva esta situación, que ha merecido el apoyo masivo del pueblo cordobés, que considera que se ha cometido un fraude. Queremos que se abran las urnas y se conozca la voluntad popular.”

Poco después Diego Mestre se paraba frente al estrado de la presidencia de la Cámara. Pero el “sí juro” del radical apenas se percibió. Fueron más estruendosas las voces que bajaron desde varios palcos gritando “¡fraude!”, “¡ladrones!” y “¡devuelvan la banca del Frente de izquierda!”