En un hecho sin precedentes para la política nacional, en la mañana de hoy prestó juramento el joven Nicolás del Caño del PTS, uno de los tres diputados del Frente de Izquierda (junto con Néstor Pitrola por provincia de Buenos Aires y Pablo López por Salta, ambos del PO) elegidos en octubre. Del Caño se convirtió de esta manera en el primer trotskista consagrado diputado nacional por la provincia de Mendoza.

Del Caño juró “por la lucha de la clase obrera internacional y los pueblos oprimidos del mundo, por la memoria de Mariano Ferreyra y Jorge Julio López, por los treinta mil compañeros desaparecidos y por los asesinados por la Triple A”.

Asimismo, los representares del Frente de Izquierda expresaron en la sesión preparatoria el repudio y pedido de impugnación ante la asunción de los diputados nacionales por Córdoba, quienes juraron hoy a pesar de las numerosas denuncias de fraude presentadas ante la Justicia por los apoderados del Frente de Izquierda y pese a estar pendiente una resolución de la Corte Suprema de Justicia. Hoy, durante la sesión, Nicolás del Caño mostró desde su banca un letrero que denunciaba el fraude en Córdoba, mientras que Néstor Pitrola expuso la opinión del conjunto del Frente al respecto.

En su primera intervención como diputado durante la discusión sobre la elección de las autoridades de la Cámara de Diputados, Nicolás del Caño planteó los fundamentos de su abstención (compartida por el interbloque del FIT), momento durante el cual fue interrumpido por gritos y chiflidos cuando mencionó el acuerdo con Chevron, y finalmente se le quitó la palabra cerrándole el micrófono. Del Caño denunciaba que “nuestra abstención no responde a una impugnación a tal o cual persona, sino a una impugnación de un sistema de explotación y dominación por parte de una pequeña minoría de empresarios, terratenientes y banqueros sobre la mayoría del pueblo trabajador. Por eso, no podemos votar afirmativamente por cualquiera de los integrantes de los partidos políticos que sostienen y defienden este orden social. Un orden social que aun con diez años de crecimiento récord mantiene más del 30% de pobres y millones de hermanos con sus necesidades básicas insatisfechas. Un orden social donde la mayor parte de su llamada ‘clase política’ aplaude acuerdos secretos con multinacionales como Chevron”. Finalmente, cuando Del Caño denunciaba la existencia de casi cinco mil luchadores trabajadores y de la juventud procesados en todo el país por luchar, le apagaron el micrófono.