Estos diez años kirchenristas, para los trabajadores han sido la continuidad de las leyes menemistas: la precarización, los contratos basura, el trabajo en negro.

En el caso de las mujeres trabajadoras, la gran mayoría tiene empleos precarios, los contratos por agencia en general son por tres meses, donde si te enfermas o te quedas embarazada te echan, en la mayoría de los lugares de trabajo no hay jardines maternales donde dejar a los hijos. Así, no solamente las jornadas de 12 hasta 16 horas son extenuantes, sino que la doble jornada continuada por las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, generalmente recaen en las mujeres.

Tenemos el 30% menos de salario, por ejemplo en la Alimentación, y somos también las que menos categorías tenemos. Además la ley de ART (la de Menem y la nueva) no hacen más que favorecer a los empresarios: la vida obrera se cotiza en dinero, y las tendinitis, hernias, varices seguirán siendo negadas y tratadas por las ART. Las secuelas las acumulamos día a día en nuestros cuerpos. 

La década ganada es la de los empresarios que aumentaron los ritmos de producción y sus ganancias a costa de la precarización y la salud de millones de trabajadores, en donde las mujeres y los jóvenes somos las que peor la pasamos.

El kirchnerismo además sostuvo a la burocracia sindical intacta como desde hace 30 años. En la Alimentacion, Daer, que fue secretario de la CGT menemista y gana más de 80 mil pesos por mes, ahora esta con el gobierno K. Pero la oposición a Daer agrupada en la Bordó sacó un 40% de votos en el gremio y dirige varias internas. Y hoy los docentes de Suteba-Tigre acaban de derrotar a la burocracia kirchnerista. En zona Norte la seguimos peleando. 
 
Lorena Gentile, delegada de la CI de Kraft-Mondelez-Planta Pacheco