por Alejandra Ríos

El 10/3 300 trabajadores inmigrantes indocumentados provenientes del norte de África entran en el día 45 de la huelga de hambre en las ciudades de Atenas y Salónica, en reclamo del permiso de residencia. La medida fue decidida en una reunión el 25/1 donde hicieron públicos sus reclamos y desde entonces han recibido el apoyo de varias organizaciones sindicales, grupos de DDHH, partidos de izquierda y académicos.

En su declaración de lucha demandan “regularización de su situación y los mismos derechos para la totalidad de los y las inmigrantes que viven y trabajan en Grecia”. En el mismo documento plantean que están en Grecia escapando de situaciones de pobreza, desocupación, dictadura y guerra en sus países de orígenes.

La mayoría de los y las sin papeles llevan varios años viviendo y trabajando en Grecia, sometidos a terribles condiciones de explotación viviendo en situación de extrema pobreza, como dicen ellos mismos “vivimos a la sombra de la ilegalidad”, completamente abusados por las patronales y las agencias del Estado que se benefician de su trabajo.

En medio de la crisis económica que atraviesa Grecia, los trabajadores inmigrantes componen el sector más vulnerable de la fuerza de trabajo. Por un lado sienten con mayor fuerza el aumento de los precios IVA al recibir sueldos de miseria y, por otra parte, son el blanco de acusaciones xenófobas que los culpa de ser responsables del desempleo y baja salarial que vive el resto de los trabajadores griegos.

En Grecia hay aproximadamente 500.000 trabajadores indocumentados y refugiados; en 2010 cerca de 140.000 inmigrantes entraron al país con la esperanza de tener una vida mejor. Esta huelga expone una Grecia muy lejos de la que quiere presentar el gobierno en su intento por fomentar el turismo, la realidad es que el gobierno “socialista” de Papandreou tiene abiertos centros de detención para los inmigrantes. Los que tienen la suerte de no ser detenidos y logran entrar realizan los trabajos más precarios en el sector de la agricultura, en talleres y como vendedores ambulantes sin ningún papel ni derecho.

Los huelguistas en estado crítico

La salud de la mayoría de los huelguistas, que sólo han recibido agua, sal y azúcar, es bastante delicada, 98 de ellos están hospitalizados con fallas renales graves y en muchos casos irreversibles. Pero la vida de estos verdaderos esclavos modernos no vale nada para el gobierno “socialista” en manos del PASOK, que se niega a otorgarles su legítima demanda, amparándose en las regulaciones de la UE.

Ante la presión que significa el grave estado de salud de los huelguistas, el gobierno, en una muestra de hipocresía y cinismo, les ofreció un “estatus de tolerancia” por un período de 6 meses, amenazando con deportar a todos aquellos que no acepten este “generoso gesto”. Además, el gobierno exigió la transferencia de los huelguistas al hospital y el abandono de su campamento.

Movimiento de solidaridad con los huelguistas

La resistencia de los huelguistas y su determinación ha atraído un gran movimiento de apoyo que se ha extendido a otros países de Europa. La iniciativa de apoyo nació en la Universidad de Atenas, edificio donde se alojaban los huelguistas hasta que tuvieron que irse ante la amenaza de un violento desalojo.

A la vez que el movimiento solidario se extiende en toda Grecia, también crece la hostilidad de parte del gobierno, que a través del ministerio de Asuntos extranjeros, niega toda responsabilidad sobre la salud de los inmigrantes y acusa como únicos responsables de poner en peligro la vida de los inmigrantes al movimiento solidario.

Un grupo de manifestantes y activistas que fue a expresar su apoyo con los huelguistas afuera del parlamento en Atenas fueron reprimidos y hubo enfrentamientos con la policía. Este no ha sido el único acto de represión sufrido por los activistas, una conferencia de prensa convocada por el colectivo solidario, fue brutalmente atacada por la policía el 1/3.

En los últimos meses el continente africano se ha visto conmovido por insurrecciones populares contra los regímenes dictatoriales y las paupérrimas condiciones de vida. Los trabajadores del norte de África vuelven a protagonizar una valiente lucha esta vez en suelo europeo, justamente en Grecia, país donde los trabajadores han protagonizado 10 huelgas generales en un año acompañadas por masivas movilizaciones en las principales ciudades combinando los procesos más dinámicos de la lucha de clase en los últimos años. El trabajador tunecino inmolado es el huelguista en Atenas y el trabajador griego en huelga. Los patrones tienen fronteras, los trabajadores no.