Según la presidenta, los trabajadores de Aerolíneas no tienen motivos para tomar medidas de fuerza. En el discurso que hizo Cristina en el Congreso el 1 de marzo, puso de relieve el incremento de frecuencias, aviones, y salarios. Pero se cuidó de mencionar que la gestión del dirigente “progre” de La Cámpora, Mariano Recalde, mantiene el trabajo tercerizado que había implementado la gestión privada. El caso más terrible es el de los compañeros de Pertenecer (quienes limpian los aviones de Aerolíneas y Austral), que además de estar expuestos a condiciones denigrantes de trabajo y jornadas de 12hs, cobran en promedio $ 1.600. ¡Diez veces menos que el salario promedio de los trabajadores de planta que según la presidenta ronda los $13.000!

La continuidad no termina allí. Mariano Recalde, hijo del abogado de la CGT, contrata para representar a la empresa en los litigios laborales (para redactar los telegramas de despidos por ejemplo) a un estudio jurídico conducido por un ex socio del Estudio de Funes de Rioja. Y aunque al lector le cueste creerlo es el mismo Estudio (García, Pérez Boiani & Asociados) que utilizaba la trágica gestión de Marsans.