El viernes 10 de diciembre pasado el plenario de delegados se reunió para discutir cómo avanzar en la normalización del sindicato, qué hacer con los estatutos, cómo organizar las elecciones. Pero la discusión se cortó porque todos los delegados presentes votamos, en forma unánime, realizar una apelación contra el intento del Ministerio de Trabajo de ponernos como “sindicato de empresa” en la que solicitaríamos que no corran los plazos para hacer las elecciones hasta que el tema esté resuelto. Todos estuvimos de acuerdo y la discusión entre todos de cómo encarar el proceso de organizar nuestro sindicato en forma democrática quedó en suspenso.

Luego de esto el sec. gral. de la CD provisoria cambió la decisión y no presentó el pedido de suspensión de plazos. Y ahora la CD provisoria, sin discusión previa con el resto de los delegados, llama a elecciones para el 23 de marzo con el mismo estatuto que en su momento presentó, también en forma inconsulta, que supuestamente era sólo para su aprobación. Y pretenden que sin discusión de ningún tipo nos traguemos un estatuto en que los Cuerpos de Delegados de las líneas no existen, en donde el plenario de delegados es sólo consultivo y la Comisión Directiva está integrada sólo por la lista que obtiene la mayoría de los votos. Esto no fortalece la democracia en el nuevo sindicato, sino que degrada nuestra experiencia y nos divide.
Nosotros creemos que el proceso de normalización, la elección por el voto de los compañeros de su primer Comisión Directiva, tiene que ser un paso hacia el sindicato que queremos. Tiene que empezar con un cambio de estatuto que puede ser votado por la misma asamblea general que tiene que votar la Junta Electoral y que si o si tenemos que hacer. De allí tenemos que salir con un estatuto que incorpore los cambios elementales para que la AGTSyP sea un ejemplo de democracia y unidad.

* Por un sindicato que integre en sus organismos dirigentes mayoría y minorías.

*Por un sindicato en donde las decisiones de los compañeros expresadas en las votaciones del Cuerpo de Delegados sean resolutivas

Sin estas dos condiciones mínimas no serían elecciones con democracia sindical. Y que no nos digan que no se puede. Siempre hicimos lo que creímos correcto y lo que hacía falta para avanzar y luego peleamos por legalizarlo, por encontrar la forma de hacerlo. No vamos a empezar ahora con la cantinela de que no se puede porque las leyes o el Ministerio de trabajo no nos dejan. La independencia política del Estado y el gobierno, que tanto proclamamos, consiste justamente en esto, no permitir que sus normas patronales, degraden nuestra práctica como clase trabajadora. Mucho menos usarlas como excusas para imponer unas elecciones que no sean las más democráticas y unitarias que podamos hacer.

Agrupación Democracia Desde Las Bases