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Partido de los Trabajadores Socialistas
Buenos Aires   |  27 de marzo de 2024
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Sigue el enfrentamiento en Zanon y ya desató un paro provincial
Por: Prensa PTS

04 Oct 2002 | Se produjeron nuevos choques a pedradas y hubo disparos. El grupo de Montes amenazó e insultó a varios periodistas.

Los ceramistas -acompañados por organizaciones sindicales y de los Derechos Humanos- convocaron a una conferencia de prensa en horas de la mañana.
NEUQUEN (AN).- La pelea entre pobres de uno y otro lado del sindicato de ceramistas entró ayer un delicado terreno donde las partes se muestran los dientes e intercambian pedradas y amenazas, además de algunos tiros.
Con el gobierno llamado a silencio y la policía como custodia inmóvil, el conflicto que comenzó el miércoles derivó en ataques que uno de los grupos trasladó a la prensa y disparó un paro provincial programado por la CTA para el lunes y un acto que los gremios estatales y organismos de Derechos Humanos realizarán hoy en las puertas de la planta del Parque Industrial.
El acto será apoyo de los trabajadores que ocupan y operan la fábrica de cerámicos desde hace once meses tomaron en su poder.
"Acabo de llegar de Buenos Aires, lo que sé, lo sé por los diarios que leía cuando venía en viaje: se imaginan que con esos elementos yo no puedo vertir una opinión", afirmó ayer el gobernador Jorge Sobisch, parado a un metro y medio de su ministro de Gobierno (Jorge Gorosito) y a cuatro sillas del jefe de la Policía provincial Juan Carlos Lezcano.
"Es un conflicto privado y nosotros esperamos que se expida la justicia, de lo que pasó hasta ahora no puedo hablar porque, como ya les dije, acabo de llegar y no recibí los informes. Sobisch hizo estas declaraciones en el salón de Acuerdos de la Casa de Gobierno durante un acto en el que entregó media docena de vehículos para la Policía de distintas localidades del interior. Allí destacó la gestión de la fuerza y entre otras cosas destacó la conquista de la paz de social desde que está al frente del Ejecutivo. Consultado sobre el tema Gorosito, el ministro respondió con evasivas.
Una alta fuente de la justicia Federal negó que el juez del concurso de acreedores (que exige al magistrado provincial Raúl Bassi que libere la planta) le hayan solicitado intervención y en consecuencia descartó la posibilidad de que intervenga la Gendarmería para desalojar la planta. Por el caso, hoy la jueza Norma Poza convocó a los obreros ocupantes y los síndicos de la empresa.
La tensión en la planta se mantuvo durante toda la jornada de ayer, en la que tanto los ceramistas que trabajan actualmente en la fábrica nucleados en el sindicato que lidera Raúl Godoy, como el sector que encabeza Oscar Montes, ex secretario general del gremio, se mantuvieron en la posición adoptada desde el miércoles. Unos tiran piedras o bolones desde afuera y los otros desde adentro. Los dos grupos se mantienen en su postura.
Unos 250 operarios de la fábrica ocupan las instalaciones desde el miércoles en "estado de alerta permanente" según expresaron, unos 40 ex ceramistas se ubicaron al otro lado de la Ruta 7 que va a Centenario, frente a la empresa. Los enfrentamientos, en los que hubo desde insultos hasta piedrazos, fueron esporádicos, y mermó el número de efectivos policiales que se mantuvieron en el lugar.
Movilizados en dos camionetas, no alcanzaban a veinte los uniformados que recorrieron el lugar sin interceder.
Los ceramistas -acompañados por organizaciones sindicales y de los Derechos Humanos- convocaron a una conferencia de prensa en horas de la mañana que tenía como objetivo "informar sobre la situación que atraviesan los operarios de la fábrica y los compañeros heridos por los patoteros de Montes y la patronal", según afirmó Godoy.
Montes negó estar solventado por la empresa, dijo que no hay barrabravas en su grupo, se disculpó por las agresiones a los periodistas y admitió que "algunos compañeros" habían bebido alcohol. "No somos violentos pero estamos nerviosos", dijo el dirigente que negó tener gente armada y criticó al gobierno provincial y a la justicia por "haberse lavado las manos".
Desde Buenos Aires, la empresa repudió "los actos de violencia, cualquiera sea el origen, la naturaleza o quién los promueva. Desmentimos categóricamente haber financiado barrabravas o impulsar acciones violentas. Ya hemos iniciamos acciones legales contra los quienes impunemente realizan esas aberrantes acusaciones y lamentamos profundamente que este enfrentamiento tenga lugar y llamamos a deponer esta actitud para esperar y respetar la decisión de la justicia". Por la tarde, la Casa de Neuquén en la Capital Federal fue escenario de una movilización relacionada con el conflicto.
La conferencia de prensa en la planta se interrumpió porque los manifestantes que estaban afuera de la planta hicieron tronar los piedrazos contra el edificio y los operarios se desplazaron rápidamente a los "puestos de vigilancia". Un grupo de jóvenes encapuchados arrojaba piedras desde el otro lado de la ruta, mientras que los trabajadores de la fábrica repelían el ataque desde dentro de las instalaciones.
Néstor San Martín, un sindicalista vinculado a Montes, dijo no conocer a los agresores: "deben ser compañeros de nuestros compañeros".
Una vez que cesaron los piedrazos los periodistas cruzaron la ruta para dialogar con el grupo liderado por Montes. Los ceramistas disidentes de la actual conducción estaban acompañados por sus familiares, miembros de la CGT y varios jóvenes con las caras cubiertas, quienes amenazaron a un periodista de una emisora local e intimidaron a todo el grupo (ver aparte). Mariano Pedrero, representante legal del sindicato, denunció en Fiscalía que durante la madrugada del jueves los operarios recibieron tres ataques y cuatro disparos por parte de los ex ceramistas. Montes negó las acusaciones y dijo que "no eran disparos, eran petardos"

 

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