Un paro de empleados afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) afectó ayer parcialmente la atención en los hospitales públicos de la ciudad. Aunque según el gremio el nivel de adhesión a la medida fue del 80 por ciento, en la Secretaría de Salud porteña dijeron que los hospitales atendieron normalmente. También señalaron que el 98 por ciento de sus prestaciones fueron ofrecidas sin inconvenientes.
El paro de 24 horas fue declarado por camilleros, enfermeros, personal administrativo, operarios de servicios generales y médicos residentes nucleados en ATE. Reclamaban un aumento de 250 pesos, la apertura de vacantes, que los empleados contratados pasen a planta permanente, que se cubran las vacantes por jubilaciones, un blanqueo de funciones y una carrera administrativa.
En ATE afirmaron que al menos en 25 hospitales no se hicieron operaciones ni se dieron turnos, y que sólo atendieron las guardias. Pero la Secretaría de Salud porteña aseguró que el paro sólo abarcó a 6 de los 33 hospitales de la ciudad.
Según el comunicado oficial, en el Hospital Braulio Moyano el paro fue parcial y en el José T. Borda la medida sólo se sintió cuando los afiliados a ATE estuvieron reunidos en asamblea, a partir de las 10. En el Odontológico Infantil Quinquela Martín el acatamiento fue total, mientras en el Oftalmológico Santa Lucía se suspendieron las cirugías. En el Hospital Rivadavia se suspendieron los turnos espontáneos, aunque se atendieron los programados y se hicieron algunas operaciones. Y en el Durand –concluyó el comunicado– hubo una suspensión parcial de las cirugías por paro de instrumentadoras.
El 26 de agosto los trabajadores afiliados a ATE ya habían hecho un paro. Ahora, el gremio advierte que el lunes habrá un nuevo plenario de delegados en el que podría decidirse otra huelga para la semana próxima.