Desde Londres

El lunes 24 de mayo empezó la primera huelga de 5 días de los trabajadores de tripulación de British Airways como parte de un plan de lucha de 3 huelgas de 5 días cada una. Aprobada por abrumadora mayoría, la medida estaba prevista para el 18/5 pero el lunes previo una orden judicial del Tribunal Supremo la declaró ilegal con la excusa de una irregularidad técnica por la cual no presentó prueba alguna.

La tripulación de cabina salió a la huelga en repudio a la decisión de la empresa de recortar el descuento en los pasajes aéreos a los trabajadores que se plegaron a la huelga del mes de marzo en defensa de sus condiciones laborales. El descuento en los pasajes es parte del contrato ya que la empresa emplea trabajadores residentes en otros países europeos donde el costo de vida es menor que en Inglaterra, para pagarles salarios más bajo. A cambio, les garantiza pasajes a precios muy baratos para que puedan asistir a trabajar, se trata de una política reducir los costos.

Esta represalia, que ataca el derecho a huelga es una provocación de la patronal que tiene como objetivo minar la organización sindical de los trabajadores, ya que el verdadero plan de la empresa es introducir una “nueva flota” de tripulantes por fuera de los convenios de trabajo existentes, con menores salarios y peores condiciones laborales. Pero para ello debe desmantelar la organización sindical de los trabajadores.

Durante las negociaciones con la empresa, el sindicato BASSA, la sección del sindicato UNITE que agrupa a los tripulantes de cabina, llegó incluso a hacerle tremendas concesiones a la empresa, aceptando un descuento salarial del 2,6%. La empresa no aceptó ninguna de las ofertas presentadas por BASSA y se mantiene dura en la negociación.

Mientras la huelga y las negociaciones continúan, el primer día de la huelga la empresa sólo pudo operar 6 de 10 vuelos de larga distancia y la mitad de los de corta distancia a pesar de las reprogramaciones. Al igual que en la huelga de marzo, los trabajadores armaron piquetes en las cercanías del aeropuerto de Heathrow donde no dejan de repetir que han sido sancionados por ejercer su derecho a huelga. Junto a esto, reclaman el respeto a las condiciones contractuales y luchan por la reincorporación de 55 trabajadores que fueron suspendidos por su participación en la huelga.

En el marco de la peor crisis europea desde la Segunda Guerra Mundial y con un gobierno de coalición que desde el primer día anunció recortes masivos, la lucha de BA se ha transformado en una lucha testigo. Si British Airways se sale con la suya otras patronales tratarán de imitarla. Para impedir que esto suceda, los trabajadores de BA necesitan más que nunca recibir la solidaridad de otros sectores de trabajadores para torcerle el brazo a esta patronal despiadada.