por Eduardo Castilla y Matías Ragessi

Durante semanas la población de Córdoba sufrió cortes de electricidad de hasta 9 horas diarias, como consecuencia de la salida de funcionamiento de una estación transformadora en Malvinas Argentinas, administrada por Transener, mostrando la decadencia de la infraestructura provincial que ya se vio durante la sequía a fines del 20091.

Los cortes afectan a la población de los barrios de Córdoba capital y ciudades del interior. Los pequeños comercios perdieron miles de pesos en productos alimenticios por el corte de la cadena de frío. En la construcción, los trabajadores sufrieron suspensiones de 20 a 25 horas semanales, perdiendo la mitad de su sueldo. La industria metalúrgica reordenó los turnos de trabajo. Como siempre la crisis se descarga sobre los trabajadores.

Schiaretti cínicamente denunció a Transener por su carácter monopólico para despegarse de la crisis. Pero gobierna para esos monopolios. No es casualidad que multinacionales como Volkswagen, Iveco o Renault, que amasaron millones en estos años y se preparan para otro año “récord”, tengan asegurado el suministro eléctrico. Además, cuentan con un subsidio del 25% del consumo de energía eléctrica por 10 años, y convenios firmados que comprometen al gobierno provincial a modificar la red de EPEC para que no sufran cortes en la provisión de energía. ¡Toda una política energética al servicio de las grandes multinacionales!

EPEC para el pueblo, no para los monopolios

EPEC no fue privatizada gracias a la pelea que dieron los trabajadores con el apoyo de la población cordobesa, pero se la siguió utilizando como parte de los mecanismos de “promoción industrial”, es decir de regalos hacia las grandes patronales de las automotrices, Call Centers y empresas de software.

Simultáneamente los gobiernos provinciales degradaron el servicio, mediante falta de inversión en equipos e insumos y aumentando la explotación de los trabajadores, llegando a haber accidentes fatales: hace pocas semanas murió un obrero de Redes de Alta Tensión por trabajar bajo presión y sin las medidas de higiene y seguridad necesarias2.

El Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba denuncia a Transener y a las privatizaciones señalando que “las empresas de energía deben ser del estado”.3 Pero EPEC, en manos de todos los gobiernos provinciales ha sido utilizada en función de garantizar las ganancias de los grandes capitalistas. Bajo los gobiernos capitalistas, sean del signo político que sean, las empresas estatales sólo pueden funcionar como garantes de los negocios de los grandes grupos empresariales.

La alternativa a la EPEC de Schiaretti y sus funcionarios al servicio de las grandes multinacionales, es una empresa al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo de Córdoba, administrada por un Directorio integrado por sus trabajadores y por representantes de los usuarios, para garantizar un servicio óptimo al pueblo trabajador, para extender el servicio de energía a las zonas donde aún no llega, garantizar un servicio gratis y de calidad para desocupados y sectores pobres, e imponer tarifas progresivas a las multinacionales que financien el desarrollo en áreas como la energía eólica o solar. El Sindicato de Luz y Fuerza puede ponerse al frente de esta importante pelea con el apoyo del pueblo trabajador de Córdoba.