Desde la semana pasada venimos denunciando, a través de nuestros diferentes medios de difusión, la realidad que viven los obreros y obreras de Felfort, la fábrica de chocolates propiedad de Ricardo Fort. Mientras el mediático empresario compra por millones horas de televisión, la contundencia de los testimonios de empleados y ex–empleados de la fábrica logró que esta realidad repercutiera y se hiciera eco en varios medios y programas. El diario Perfil, Magdalena Tempranísimo, el portal de noticias minutouno.com y Beto Casella en su programa de Radio Pop, entre otros, levantaron la nota de la edición anterior de La Verdad Obrera, así como el video “¿Quién es Ricardo Fort?” de TVPTS y el informe radial “Obscenidades a costa de la explotación obrera” producido por Pateando el Tablero.1

Además de esos medios de comunicación masiva, son decenas los correos electrónicos y comentarios recibidos que, al tiempo de valorar la denuncia, transmiten su indignación por la trascendencia mediática que gira alrededor de tan nefasto personaje.

Debate en vivo y en directo

En TVPTS, por ejemplo, se ha generado un interesante debate a partir de la sumatoria de los comentarios al video.

“Un asco de sujeto, todo un espécimen de la decadencia burguesa”, “él tiene su plata y por lo tanto puede hacer lo que tiene ganas. Los que hacen el video son re envidiosos...!!”, “No es un caso aislado sino una metodología empresarial avalada por el gobierno y los sindicatos cómplices de todo esto”, “Es todo un talento, no es hipócrita como todos en Argentina, a la gente humilde le hace bien verlo, no está mal lo que hace, en la crisis del treinta la gente se alentaba con los actores de Holywood”, “hay mucha gente a la que Tinelli les quemó el bocho…”, “Pobres hubo siempre y no es culpa de Fort precisamente” , “Nunca más compro chocolate Felfort”, “Yo Trabajo para la parte de Finanzas de “Felfort” y jamás ví que explotaran a Nadie...”, “la heredó del viejo y del abuelo que hicieron lo mismo que él, explotaron a los trabajadores“,”Y tipos como este crean sentido común...”.

Develar lo que hay detrás de este personaje mediático, a partir de los números y los testimonios de los obreros, desató el debate sobre la explotación capitalista, el rol de los medios, la “herencia” y el sentido común.

En muchos casos, quienes se sintieron identificados aportaron en el debate fortaleciendo el sentido de la denuncia.

Por su parte quienes se enojaron y repudiaron con soberbia nuestra denuncia, pudieron insultar y hasta justificar las más terribles barbaridades del señor Fort. Pero más allá de sus molestias ninguno pudo negar lo que se muestra. En el audio, la nota y el video se denuncia que la gran mayoría de los trabajadores cobramos por debajo de la canasta familiar, que viajamos hacinados, que no tenemos tiempo ni dinero para disfrutar del cine o el teatro, que en FelFort se trabaja en negro y se sufren abusos. Y que esta realidad se contrapone con los relojes de millones de dólares y los autos último modelo. Quienes bancan a Ricky justificando la explotación de este sistema, pueden inundar las pantallas y revistas de moda, pero no pueden esconder la realidad que millones estamos obligados a vivir.

Para el PTS arrancar las máscaras, develar los secretos y denunciar a esta clase de parásitos es una tarea más que necesaria en la batalla por terminar con este sistema de explotación capitalista.

Seguiremos denunciándolos entonces, con todos los medios que estén a nuestro alcance.