“Cedió el gobierno”, titula Clarín. Con la protesta de los desocupados “el Gobierno quiso evitar el escenario de Kraft, CFK cedió y se levantó el campamento”, dice el diario Crítica.

Por el contrario con los delegados del subte el Gobierno siguió inflexible y volvimos a salir con las manos vacías de la reunión llevada a cabo en el Ministerio de Trabajo.

El ministro Tomada nos confirmó su voluntad de no cumplir con la Ley de Asociaciones Sindicales y se sigue negando, tan siquiera, a dar la simple inscripción a nuestro sindicato. Está claro que no le interesan los derechos de los trabajadores, ni los mínimos principios de la libertad sindical. Tomada es socio de la burocracia de la UTA y ve en nuestro sindicato, con su Cuerpo de Delegados en permanente consulta con la base, un peligro y un mal ejemplo para los trabajadores.

Es evidente que el Gobierno sólo entiende las protestas que se instalan públicamente y desnudan su doble discurso. Cuando los trabajadores salen a luchar con decisión, sólo allí empieza a aflojar.

La lucha de los compañeros de KRAFT-Terrabusi, que enfrentaron a una patronal imperialista, a la burocracia de Daer, a la represión y a las maniobras del Ministerio de Trabajo, mostraron el camino.

Una gran campaña por la democracia sindical.

En este tiempo la lucha de los trabajadores del subte por el reconocimiento de la AGTSyP, nuestro sindicato, no se detuvo. El jueves pasado volvimos a expresar la fuerza de los compañeros en un nuevo paro de tres horas, que tenía la dificultad de arrancar a las 19.00 con los trenes repletos de pasajeros. De nuevo fue una demostración contundente.
La novedad la dieron los ñoquis de la UTA, una bandita de gente que no trabaja nunca y quieren aparecer como víctimas a los que les impiden cumplir con sus tareas. La situación se tensa. Hay que llevar el plan de lucha a la altura de esta situación.

Para este jueves 5 los trabajadores del subte hemos decidido un paro desde las 11 de la mañana hasta el inicio de tareas del día siguiente. Vamos a hacerle sentir al Gobierno Y A METROVIAS que estamos cansados de que nos tome el pelo, de la falta de respuesta a nuestros legítimos reclamos y de que, junto a la UTA, nos sigan robando el 1% de nuestros sueldos en forma compulsiva.

Con este paso estamos sintonizando la única frecuencia que el Gobierno escucha.

El paro del jueves tiene que ser el primer paso de un plan de lucha contundente para enfrentar a la UTA, a Metrovías y denunciar que el gobierno quiere impedir que en el subte se imponga la democracia sindical. Tenemos que movilizar a todos los compañeros que estamos peleando por el sindicato para demostrar que la UTA, aún concentrando a todos sus ñoquis en una sola línea, es una pequeña minoría. Tenemos que llamar a la solidaridad activa a organismos de DDHH, al movimiento estudiantil que defiende las causas de los trabajadores y a todos los que defienden los principios elementales de la democracia sindical para que se acerquen a las líneas a expresar su apoyo. Con ellos hay que organizar una campaña en todo el país y también una campaña internacional para demostrar que, contra todo el discurso K, en la Argentina no existe la democracia sindical y los trabajadores estamos dispuestos a conquistarla.

Tenemos a favor el gran triunfo de la Lista 1 del Poke Hermosilla en las elecciones internas de Kraft. Contra todos los ataques de la burocracia - que pretendía hacer quedar a los trabajadores que lucharon como un pequeño grupo aislado y enfrentado con la mayoría de sus compañeros (el mismo discurso macartista de la UTA) -, este triunfo demostró la disposición de los trabajadores a respaldar a los dirigentes combativos. Demostró que cuando se pelea con decisión, más allá de las dificultades, se puede triunfar.