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Christian castillo, docente universitario y dirigente del pts

“Con Kirchner los empresarios están en el paraíso”

22 de febrero 2007

¿Cuáles son los distintos proyectos electorales en danza de los políticos patronales?
 
Ch.Castillo:
Mirá, las diferencias son de proyectos políticos. Mientras Kirchner intenta montar una fuerza de centroizquierda que recicle al peronismo y parte de los políticos patronales, la derecha se prepara para mantener espacios de poder, cuestionando el discurso ideológico del kirchnerismo. Pero en lo que interesa fundamentalmente a la burguesía argentina, la continuidad de la política económica, que le garantiza una altísima rentabilidad a los empresarios y a la oligarquía terrateniente, no tienen diferencias sustanciales. Todos ellos, los Lavagna, Macri, Carrió, López Murphy, Sobisch, carecen de un programa económico alternativo. Más allá de que un sector de la oposición plantee una baja relativa del dólar para beneficiar a las finanzas y otros grupos capitalistas, en detrimento de las PyME’s y un sector de los exportadores, todos defienden el esquema actual de dólar alto y salarios bajos. Pero lo mismo ha sido hecho aprovechando una coyuntura económica internacional favorable, en base a un aumento de la explotación y la miseria salarial. Por eso, más allá de los matices señalados, esta política es la que defienden el conjunto de los candidatos que representan los intereses de los capitalistas.
 
El kirchnerismo se presenta como garantía de una justa distribución de la riqueza y enfrentado a los empresarios…
 
Ch.C:
Kirchner se la pasa diciendo que estamos aún saliendo del purgatorio pero los empresarios parecen estar en el paraíso, mientras para los trabajadores y el pueblo lo único que hay son migajas. Para tomar sólo un dato: el Ministerio de Economía informó recientemente que los salarios promedio del sector privado, unos 5,3 millones de trabajadores privados “en blanco” fue en 2006 de $1.750, pero casi 3 millones de esos trabajadores ganaron menos de $1.200. Recordá que la canasta familiar ronda los $2.400. Esta realidad demuestra que el kirchnerismo está lejos de ser quien busque una “más justa distribución del ingreso” como gusta proclamar. 
 
Muchos trabajadores ven con simpatía las cercanías de Kirchner y Chávez, mientras que la oposición patronal lo critica por lo mismo. ¿Estamos frente a un gobierno nacionalista?
 
Ch.C:
La cercanía a Chávez responde a una necesidad económica. Venezuela es el principal comprador de bonos del Estado argentino. Distintos grupos económicos como Techint, Pescarmona y Repsol tienen grandes negocios con el Estado venezolano. Pero más allá de la pose, el gobierno está muy lejos incluso de las estatizaciones de Chávez, que consistieron en la compra de las empresas privatizadas por parte del Estado. Fijate que cuando Kirchner se vio obligado a tomar una medida de estatización, como en el caso de Aguas Argentinas (hoy AySA) fue ante el abandono de los capitales, como una forma de salvataje. Mientras tanto, Repsol, Telefónica y las privatizadas continúan amasando fortunas. Sumale que continúa pagando la deuda externa y tenemos un cuadro de sumisión al capital extranjero que poco se diferencia de los ‘90. 
Pero además, el kirchnerismo es visto por el imperialismo yanqui como un aliado político. No sólo porque participa de una ocupación militar imperialista –junto a Brasil– que recurre a los métodos represivos contra el pueblo de Haití, sino también se ha hecho vocero del principal estado genocida del mundo, Estados Unidos, en la cruzada guerrerista contra Irán, con el escandaloso fallo del atentado a la AMIA. Para luchar contra la derecha es necesario primero que nada rechazar la sumisión al imperialismo y exigir la ruptura inmediata con los EE.UU.
Lejos de un gobierno nacionalista, estamos frente a un gobierno proimperialista. 
 
Y con respecto a los temas centrales como la salud, la educación, el medio ambiente, la vivienda: ¿pueden los trabajadores y el pueblo esperar una respuesta entre los distintos candidatos patronales?
 
Ch.C:
Estos temas no van a encontrar una resolución favorable al pueblo en las propuestas de los políticos patronales. Una franja mayoritaria de los trabajadores y el pueblo se ilusiona con que el kirchnerismo, que posa de progresista, cumpla con las demandas populares. Pero lo suyo es puro discurso para diferenciarse de la oposición patronal de derecha y evitar la movilización social por las reivindicaciones postergadas. Mirá el tema de las pasteras de Botnia contra las que se movilizan las poblaciones de Gualeguaychú y Colón. Mientras la derecha critica que no se reprima el corte de los pasos fronterizos al Uruguay, el gobierno dice que no va a reprimir ni permitir que se pongan en funcionamiento las plantas, pero por un lado negocia a espaldas de los asambleístas en España con el gobierno de Tabaré y por el otro envía patotas del PJ a impedir los cortes en Colón. Otro ejemplo es el de los docentes. Recientemente anunciaron un aumento del básico docente a $1.100 pesos acordado entre Filmus y los dirigentes de CTERA, pero las provincias ya dijeron que lo rechazan por carecer de fondos para pagarlos. Evidentemente es una maniobra electoral del gobierno para fortalecer la imagen de Filmus de cara a las elecciones de Capital. 
 
Al sector izquierda del kirchnerismo le gusta presentarlo como una fuerza que le pone límites a la derecha y toman como ejemplo la política de derechos humanos y los juicios a los genocidas. 
 
Ch.C:
Si Kirchner reanimó el debate por los derechos humanos fue por una necesidad del régimen político de legitimarse luego del levantamiento popular del 2001. Era necesario cambiar el discurso oficial. Pero toda la política del gobierno ha sido evitar una verdadera lucha por terminar con la impunidad. La derogación de la Obediencia Debida y el Punto Final fue hecha con el expreso objetivo de evitar las extradiciones de los genocidas. Toda la política hacia los juicios es dilatarlos y hacer que se juzgue a la menor cantidad de responsables posibles. Hasta ahora ha sido incapaz y demostró su falta de voluntad para resolver el caso López. Lo único que hizo fue sembrar dudas y tirar carne podrida para evitar atacar a los nidos impunes de procesistas que están enquistados en la Bonaerense y el aparato de Estado. Lo mismo sucedió con Gerez, donde la actuación oficial allanó el camino a la campaña reaccionaria que pone en el banquillo a la víctima para que no se discuta el carácter político del secuestro. 
Nosotros decimos claramente que para derrotar a la derecha procesista de los secuestradores es necesaria la más amplia movilización obrera y popular por el juicio y castigo a todos los genocidas, sus cómplices y los secuestradores de los compañeros López y Gerez. Desde el PTS venimos proponiendo la conformación de una Asamblea Nacional de lucha contra la Impunidad integrada por los organismos de DD.HH. no oficialistas, los sindicatos combativos, los centros de estudiantes y los partidos de izquierda para hacer posible esta movilización y para proteger a los testigos mediante la autodefensa obrera y popular.
 
¿Cuál va a ser la campaña del PTS?
 
Ch.C:
Llamamos al Partido Obrero, a las fuerzas de la izquierda socialista y a los luchadores obreros y populares a constituir un Frente clasista y socialista para plantear bien claro que la clase obrera tiene que conquistar su independencia de clase. Un frente que denuncie el carácter proempresario y proimperialista del gobierno de Kirchner y la oposición patronal. Que utilice la tribuna electoral para llamar a la movilización y la lucha contra el gobierno y los capitalistas por el conjunto de las demandas obreras y populares por el salario, la salud, la vivienda, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la impunidad. 
Un Frente que levante un programa de ruptura con el imperialismo, de lucha por afectar las ganancias y los intereses capitalistas, por el gobierno de los trabajadores y el pueblo y la unidad socialista de América Latina, para derrotar al imperialismo, los gobiernos capitalistas y conquistar las reivindicaciones más postergadas del pueblo y la nación.

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