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Presupuesto Nacional: Donde mueren las palabras

22 de diciembre 2005

Lo primero a destacar es que el proyecto actual del Presupuesto es el que envió Lavagna y tiene como objetivo mantener un alto superávit fiscal para acumular fondos para el pago de la deuda. Algunas formas para lograr este fin son1:
a) Salarios congelados y reducción del gasto social. Si comparamos el proyecto actual con el presupuesto de 1998 (Menem), el gasto público es un 22% inferior. Sin embargo mientras que el Gasto Corriente –salarios, partidas sociales- disminuye en un 33%, los Gastos de Capital –inversión pública (léase contratos con Techint, Roggio, etc.)- aumentan en un 225%. De esta manera, los fondos para el pago de la deuda y los negociados con los oligopolios2 de la construcción son solventados gracias a salarios congelados y reducción del gasto social.
b) La subestimación de recursos. El viejo truco de Lavagna, que consiste en subestimar el crecimiento económico y por ende los ingresos. Como éstos son superiores a lo estimado, el gobierno obtiene un superávit excedente para destinarlo a lo que quiera. Se calcula que por esta vía acumularían a fines de 2006 entre $ 10.000 y $ 13.000 millones.
c) El fondo anticíclico. La ministra Micelli ha ratificado que todo superávit que se obtenga por encima del gasto presupuestado irá a este fondo, con el objetivo de evitar el incremento del gasto público.

Los impuestos

Seguramente el congreso, obediencia debida mediante, aprobará la prórroga de los impuestos en vigencia, entre ellos el impuesto a las ganancias y a los bienes personales. Esto significa que no se bajan los mínimos no imponibles que en caso de ganancias es de $1853 para los solteros y de $2235 para los casados, lo que significa que cualquier trabajador que gane por encima de esta suma debe pagar este tributo.
En cuanto al impuesto a los bienes personales, el mínimo no imponible es de $102.000. Hay que destacar que se mantiene una ley de la época de Cavallo con la salvedad de que equivalía a U$S 102.000, que luego de la devaluación equivaldría a $ 300.000; al no modificarse, significa que todo trabajador que tiene bienes por $ 102.000 debe pagar un impuesto adicional.
A esto debemos agregar que todos los trabajadores pagamos el 21% de IVA sobre lo que consumimos. En otras palabras, si un empleado gana $ 1.000 y lo destina por completo al consumo, en realidad está pagando $ 210 de IVA y sólo compra mercaderías por $ 790.

La deuda, el verso del achique

Las medidas descriptas, son la envidia de los liberales (también llamados ortodoxos), y están entre las primeras recomendaciones del FMI. Sin embargo, el gobierno no sólo intenta mostrar el pago total de la deuda a esta institución como una medida progresista, también pretende que creamos que se achica la deuda. Esto es un argumento falaz, ya que la deuda pública no disminuye, sino que se mantiene igual ya que ahora se le debe al Banco Central. Pero esto no es todo ya que además y con el objetivo de contar con más reservas, se están emitiendo nuevos bonos, incluso se habla de una emisión de bonos que compraría Venezuela de más de U$S 2.000 millones, lo que incrementaría aún más la deuda.
De esta manera lo que se presenta como “desendeudamiento”, en realidad es mantener e ir incrementando progresivamente el volumen de la deuda pública, e ir pagando religiosamente la misma en base al ahogo de los salarios estatales y del gasto social.

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