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EDITORIAL

DECLARACIÓN DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES SOCIALISTAS

El 20 paremos por nuestros reclamos

LA CGT que lidera Hugo Moyano convocó junto a la CTA Micheli y la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo a un paro general por 24 horas para el próximo martes 20 de noviembre.

PTS

15 de noviembre 2012

El 20 paremos por nuestros reclamos

LA CGT que lidera Hugo Moyano convocó junto a la CTA Micheli y la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo a un paro general por 24 horas para el próximo martes 20 de noviembre. Después de idas y venidas, la medida se haría sin movilizar a Plaza de Mayo, como se había planteado en un principio. Las demandas convocantes son el repudio a que los trabajadores paguemos el impuesto a las Ganancias, la eliminación de los topes a las asignaciones familiares y su universalización, el 82% móvil para los jubilados, el rechazo a la antiobrera ley de ART (que votaron juntos el oficialismo kirchnerista con el PRO de Macri), la cancelación de la deuda que el Estado tiene con las obras sociales sindicales y el pago de un adicional de $4.000 a los trabajadores como compensación por la falta de actualización del mínimo no imponible. El anuncio de Cristina decretando que no se aplicaría el impuesto a las ganancias sólo al medio aguinaldo de diciembre y por única vez, mientras nos robaron parte de nuestro salario durante todo el 2012, es un insulto a todos los trabajadores. Ni siquiera modifican el mínimo no imponible y sólo otorgan migajas, con un “perdón” del impuesto sobre el medio aguinaldo, con lo que pretenden evitar que aumente la bronca.

El grueso de estas demandas son sentidas por gran parte de los trabajadores que acuerdan en que hay que hacer algo para imponerlas. Nuestros agravios no son sólo estos. La inflación anual supera al 25% y se ha comido gran parte de los aumentos paritarios, el trabajo “en negro” llega al 35%, y el 80% de los jubilados cobra la mínima ($1.920). El sistema de transporte público desquiciado lleva a crímenes sociales como el de Once y la infraestructura de servicios básicos en manos de privatizadas que hacen negocios con subsidios millonarios y no invierten un peso, provoca desastres como el apagón masivo que sufrió la población de Buenos Aires. Mientras tanto los resortes estratégicos de la economía continúan en manos del capital imperialista y la deuda externa supera los 180 mil millones de dólares. A esto se suma la nefasta “ley antiterrorista” y el aumento de la persecución y represión a los que luchan: es claro que necesitamos un paro nacional que sea el inicio de un plan de lucha contra la política de este gobierno, que mientras se desgasta y pierde apoyo popular busca congraciarse con los empresarios que se la siguen “llevando en pala”.

Por la justeza de los reclamos planteados, llamamos a tomar el paro en nuestras manos, a impulsar piquetes y hacer todo para que la medida sea lo más exitosa posible, ya que de esta manera estaremos más fuertes para enfrentar a las patronales y los ataques del gobierno. Debemos exigir a los convocantes que se realicen asambleas en sus sindicatos, no sólo para garantizar el paro, sino también la masividad y contundencia de los piquetes.

Lamentablemente, la fecha del paro recién se confirmó una semana antes y las acciones para garantizar su efectividad están en veremos. Esto conspira contra el éxito de la medida ya que los burócratas que dirigen los gremios enrolados en la oficialista CGT “Balcarce” (como los metalúrgicos de la UOM, los mecánicos del SMATA, la UOCRA, los choferes de la UTA, los empleados de comercio, los de la alimentación del STIA y de la Federación o los estatales de UPCN por nombrar los más importantes) se oponen al paro y van a carnerearlo. Lo mismo los gremios enrolados en la CTA de Yasky, especialmente los sindicatos docentes afiliados a CTERA. Una cosa es que la base de estos gremios simpatice con el paro y otra generar las condiciones para que pueda superar el boicot de sus direcciones, algo que no impulsan Moyano y Micheli. Para que el paro sea exitoso debería estar precedido por una intensa campaña y la realización de asambleas en los lugares de trabajo, que permitan imponer el paro en los sindicatos alineados en las centrales oficialistas y organizar la presencia numerosa de trabajadores en los piquetes y movilizaciones. Tenemos que lograr que la base de estos sindicatos participe del paro y las acciones de la jornada.

¿Por qué Moyano y Micheli conspiran contra el éxito de la medida llamada por ellos mismos y llaman al paro en forma tibia y burocrática? Se debe a los compromisos que tienen con distintos sectores de la oposición patronal, que si algo no quieren es que se exprese la fuerza de la clase obrera con sus métodos de lucha: Moyano con sectores del peronismo de adentro y afuera del gobierno y Micheli con el FAP de Binner.

Mientras el gobierno de Cristina se viene desgastando desde su triunfo en las elecciones presidenciales de octubre del año pasado, las patronales preparan variantes de recambio, partiendo que se vuelve casi imposible una “re reelección”. En el seno del propio bloque gobernante apuestan por figuras como Scioli o el intendente de Tigre, Sergio Massa, con un perfil acorde a los sectores más conservadores del peronismo (como De la Sota). En la oposición juegan a que Macri encabece un espacio más claramente derechista y Binner sea cabeza de una fuerza con perfil “centroizquierdista” pero completamente inofensiva para los intereses patronales, como es el gobierno de Santa Fe. Los cacerolazos y movilizaciones que protagonizaron el 13 de septiembre y el 8 de noviembre los sectores de las clases medias más permeables a buscar una salida por derecha al desgaste gubernamental han sido funcionales al fortalecimiento de alternativas de este tipo. El gobierno, por su parte, busca crear una falsa polarización con Macri, mientras a la vez pacta con el derechista jefe de gobierno de la Capital leyes antiobreras en el Congreso y negociados inmobiliarios en la Legislatura de la Ciudad. Es imperioso que la clase obrera, donde crece el descontento por los descuentos del “impuesto al salario” y por la inflación, haga su entrada en escena y modifique el tablero de fuerzas político, donde los políticos millonarios y corruptos del gobierno se presentan como la representación política de los trabajadores y los sectores empobrecidos y los políticos igualmente corruptos y millonarios de la oposición pretenden hacerlo con las clases medias.

Desde el PTS, integrante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), vamos a poner nuestras fuerzas entre los sectores combativos y antiburocráticos para que los trabajadores intervengan con una política independiente en la actual situación. Como venimos diciendo: ni con el gobierno antiobrero de Cristina, ni con los opositores patronales como Macri o Binner. Frente a la convocatoria al paro, llamamos a realizar asambleas en los lugares de trabajo para garantizar el éxito de la medida. En los sindicatos alineados con las centrales oficialistas, como el STIA (alimentación) de Daer, el SMATA, la UOM o los gremios docentes como SUTEBA, tenemos que exigir asambleas para imponer a estos dirigentes vendidos la participación en la medida de fuerza.

El programa que levantamos para impulsar el paro parte de exigir la anulación de la ley antiobrera de ART y del impuesto al salario, la exigencia de un plus de fin de año, un salario mínimo igual a la canasta familiar, el 82% móvil y el fin del trabajo en negro y precario.

Hay que levantar las reivindicaciones más sentidas de la población para darle una salida desde los trabajadores. Para terminar con los crímenes sociales como el de Once, hay que echar a la mafia de patrones, funcionarios y burócratas que se la llevan con pala, mientras millones de usuarios arriesgan sus vidas viajando como ganado, y nacionalizar todo el transporte bajo administración de los trabajadores. Para que no haya una sola familia sin techo o arruinada por los temporales es necesario un verdadero plan de obras públicas que garantice servicios públicos y vivienda digna para todos. Para acabar con los apagones, hay que renacionalizar sin pago las empresas eléctricas y ponerlas a funcionar bajo control de trabajadores y usuarios. Hay que darle la espalda a los dirigentes de la Mesa de Enlace sojera (como Eduardo Buzzi de la Federación Agraria) y en cambio pelear por los reclamos de los peones rurales, expropiar a los terratenientes y a la gran patronal agraria. Convocamos a la unidad de la izquierda y los luchadores antiburocráticos para imponer una gran jornada de pelea en las calles de toda la clase trabajadora que sea el inicio de un plan de lucha nacional.

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