logo PTS

MOVIMIENTO OBRERO

MEMORIA PARA REINCIDENTES EN UNA FÁBRICA DEL GRAN BUENOS AIRES

Evadiendo la opresión

En un rincón del Gran Buenos Aires, en una de las industrias más importantes, y evadiendo las cámaras de seguridad de nuestras salas de descanso, acomodamos una computadora para ver Memoria para Reincidentes. Como en el turno noche la alta jefatura no trabaja y al supervisor lo mantuvimos alejado, pudimos recuperar algo del tiempo que el turno rotativo nos roba de nuestras vidas.

PTS

19 de julio 2012

En un rincón del Gran Buenos Aires, en una de las industrias más importantes, y evadiendo las cámaras de seguridad de nuestras salas de descanso, acomodamos una computadora para ver Memoria para Reincidentes. Como en el turno noche la alta jefatura no trabaja y al supervisor lo mantuvimos alejado, pudimos recuperar algo del tiempo que el turno rotativo nos roba de nuestras vidas.

Este reducido grupo de trabajadores debatió sobre la historia del movimiento obrero, de cómo el peronismo usa su discurso de conciliación de clases, mientras los trabajadores pagan las penurias. Irónicamente, esto sucedía pocas horas antes del discurso de Moyano en Plaza de Mayo. Veíamos como los dirigentes obreros de Fiat y Astarsa enfrentaban a sus burocracias y al Estado, con sus patronales de rehenes; donde las consignas arrancaban contra el gobierno, la burocracia y la patronal.

En ese momento, escondidos de las cámaras, nos emocionamos con el clasismo, con el Cordobazo, nos sonreíamos vitoreando a los delegados, a las asambleas. Aplaudimos al delegado de Astarsa, hoy desaparecido, encarando ante las cámaras de TV, al enviado del gobierno. Nos sentimos muy identificados, ya que en nuestra industria también hablan de altos estándares de seguridad, mientras nos contaminamos con tóxicos, nuestros cuerpos se estresan por los cambios de turnos y las tareas de fuerza en posiciones incómodas.

Debatimos por qué estábamos quietos y qué nos diferenciaba de esos trabajadores. El escéptico decía “hoy no se puede”, pero otro le contestaba “la alimentación y el subte lo hacen”; “tenemos que cambiar el diálogo con la comisión interna”, “no podemos dejar que sigan decidiendo por nosotros”.
Discutimos sobre el clasismo, hasta que el trabajo nos alcanzó nuevamente. Me atrevo a decir que fuimos interpelados por la historia y, evadiendo la opresión, debatimos con nuestros compañeros de fábrica, pero también tuvimos un diálogo imaginario con los trabajadores de los ‘70, nuestros compañeros de clase.

JL, obrero industrial

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: