María es jefa de hogar, cría sola a tres hijos y la empresa tercerizada del hospital donde trabaja le paga un sueldo de $2.500. Este año planificaba empezar el secundario, pero no pudo, no tenía quien le cuide a sus hijas.
“¿Guardería? ¡Olvidate! Solo para los de planta. Tenés suerte si te reconocen un certificado cuando se enferma tu hijo, si no les gustó te suspenden”.
Hace 15 días le dieron vacaciones sin elección. No pudo planificar un viaje. Al momento de salir de vacaciones le quedaban 300 pesos, que estirándolo en 4 días se transformaron en 30. Sacó un crédito de 2000 pesos. “Por lo menos vamos a arreglar un poco la casa”. Sabiendo que va a estar embargada por un año la decisión la tomó a raíz de una discusión con su hijo: “No podemos hacer nada má…!” La respuesta no se hizo esperar: “¡te prohíbo que vuelvas a pensar que algo no se puede!”

Los planes se apuraron. Se volaron los techos por el tornado. Queda un solo fin de semana. Llegamos a la casa de María. Tomamos unos mates y empezamos a dibujar. Ninguno sabe de construcción, pero hay que reconstruir un techo ya precario que se lo terminó de llevar el tornado. “No pude leer nada” me comenta María mientras estamos subiendo un tirante al techo. Es que hace unos meses empezó a militar, me hablaba de los materiales de un curso de marxismo. Sabe que más allá de las cosas urgentes y básicas vamos a cambiar nuestras vidas destruyendo el sistema capitalista que genera tanta miseria y muerte.

Bajé del techo para ayudar a hacer el pastón. Es que los que estaban a cargo de hacerlo fueron su hijo y un amigo. Entre el cansancio y el sol, el amigo rompe el silencio “que bronca. ¡Hay que voltearlo a este Othacehe!”. Estos jóvenes de 14 años que marcharon con la juventud del PTS el 24 de Marzo empiezan a ver las cosas mucho más claramente. No es tragedia, no se puede tener paciencia. Tenemos bronca y nos alimentamos de ella para organizarnos y voltear esta sociedad de clases. Esta sociedad que mantiene a un puñado de multimillonarios parásitos, mientras nosotros ponemos el cuerpo, la sangre y los muertos. Este miércoles sumamos 17.

Mientras tanto, ellos vacacionando en su fin de semana largo: Cristina Kirchner en Calafate, Mauricio Macri desaparecido de la vida pública. ¿Y Othacehe? En la página oficial de Merlo, posando sonriente con Alicia Kirchner y declarando “Grupos de izquierda cortan las calles y no permiten la entrega de ayuda a los barrios”. ¡Caradura! Las pocas cosas que llegaron lo hicieron después de los cortes de ruta. Fina o gruesa, se ve que todos los gobiernos están en sintonía. Pero en algo tiene razón, los trabajadores y la izquierda nos estamos organizando para construir esa herramienta política que pueda “voltear” a los Othacehe de todos los colores. Solo en nuestras manos va a estar la salida a todos las postergaciones sociales de la mayoría del país. Eso es lo que construimos desde el PTS en todos los lugares de trabajo y estudio. Y lo hacemos con el mismo entusiasmo con el que al final del domingo, luego de un fin de semana cansador brindamos por el techo construido.