Sin ruborizarse, las distintas vertientes del progresismo nativo tomaron como suya la agenda de la derecha. La militarización de los barrios más postergados de la Ciudad con 2.500 efectivos de Gendarmería y Prefectura constituye el ribete más audaz del kirchnerismo en favor de la criminalización de la pobreza, después del Operativo Centinela, la herramienta que utilizaron el gobernador Scioli, los intendentes y los punteros del PJ para saturar con 9.000 gendarmes las barriadas más plebeyas del conurbano bonaerense.

El periodista Carlos Rodríguez acierta cuando formula las características del plan Cinturón Sur, dadas “en la zona sur, por el déficit habitacional donde la gente es proclive a la ocupación de tierras”. “Hay que prevenir que no se produzcan esas situaciones”, responde sin vacilaciones la ministra de Seguridad Nilda Garré (Página12, 3/07). En otras palabras, el legítimo derecho a la vivienda que padecen más de 600.000 personas de la Ciudad obtiene como respuesta más represión y “seguridad ciudadana”. Los capitalistas y los grandes propietarios inmobiliarios agradecidos.
Filmus hace alharaca denunciando que Macri ejecutó apenas el 18% del presupuesto 2010 asignado a vivienda, pero a renglón seguido apoya el desembarco de más efectivos en las calles para reprimir a los mismos sin techo que levantan la voz contra el gobierno del PRO. ¡Filmus parece la fotocopia de Macri!

Tal como sucedió en el Parque Indoamericano, cuando más de 1.400 familias pobres reclamaron una solución al problema de la vivienda, el gobierno de Cristina respondió con la Federal, la que junto a la Metropolitana asesinó a tres compañeros inmigrantes, y como broche creo el Ministerio de Seguridad, con la finalidad de defender el “espacio público” del Estado y la propiedad privada de los capitalistas.

Aumento de los detenidos en las cárceles

Asimilando el discurso de Macri, Filmus convalida el envío de más efectivos de las fuerzas de seguridad en las calles eludiendo el brutal incremento de detenidos en las cárceles del Sistema Penitenciario que implica esta orientación. En los penales bonaerenses se concentra una de las tasas de prisionización mas elevadas del mundo, donde el 77% de los internos no tiene condena y no menos de 100 mueren anualmente por tortura y apremios ilegales. Si la capacidad de alojamiento alcanza a 15.600 plazas, la población carcelaria llega a 30.086, es decir un 192% de sobrepoblación, hacinada en condiciones humillantes. Los organismos de DD.HH. registraron hasta 3 personas en un cubiculo de 3,6 m2, donde comen y hacen sus necesidades. Todas las condiciones para desarrollar una universidad del delito. Como señala el Informe CELS 2010, desde 1990 la cantidad de detenidos casi se triplicó un 296,7%. Sin embargo tras la reforma Blumberg del Código Penal en 2004, el numero de presos resulta “sin proporcionalidad alguna ni con el aumento demográfico de la población ni con el aumento de los índices delictivos en la provincia”. La prisión preventiva se transformó en el “fetiche de políticos y medios de comunicación, y justificó el avance de reformas normativas para restringir las excarcelaciones y fuertes mensajes para que los jueces de la provincia no concedieran libertades durante el proceso judicial”. ¿Cómo explica Horacio Verbitsky, director del CELS y miembro activo de la izquierda kirchnerista, su apoyo a Filmus a partir de esta política reaccionaria, propia de Scioli y su ministro de Seguridad Ricardo Casal?

Alegre y Cerruti

En las listas de Daniel Filmus figura la legisladora Gabriela Alegre, ex aliada de Aníbal Ibarra que se propone renovar un nuevo mandato. Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Alegre fue severamente cuestionada por Gabriela Cerruti a partir de las denuncias formuladas por los familiares de las víctimas de Cromagnon, quienes acusaron que Alegre ocultó pruebas, escondiéndolas en su despacho. Hoy Cerruti encabeza la lista colectora de Martin Sabbatella que apoya a Filmus llamándose a silencio. Todo sea por los derechos humanos.