por David Díaz

El 29 de marzo Fernando Jaime, trabajador de ISS (una de las grandes tercerizadas de limpieza) intentó entrar a su trabajo en la molinera Royal Canin, como todos los días desde hace tres años y medio. Pero se encontró con que ISS pretendía trasladarlo. Él vive a pocas cuadras de la planta que se encuentra en el Km 43 de Virrey del Pino, pero ISS pretende que ahora vaya a trabajar a San Justo, a 20 Km de su casa. Obviamente el “traslado” no es por cuestiones operativas, sino para evitar que Jaime discuta y se reúna con sus compañeros. Como dice el delegado efectivo Pablo Gallardo, “están tratando de desarticular la organización de los trabajadores”. Es que en Royal Canin desde hace más de dos años se viene forjando un activismo combativo que ya enfrentó a la empresa en varias ocasiones y que renovó a sus delegados reflejando este proceso. Ante esto la patronal busca derrotarlos.

Los empresarios atacaron a los tercerizados, esperando que los efectivos no respondieran por sus compañeros que trabajan en la misma planta pero “pertenecen a otra empresa” y cobran menor salario. Para sorpresa de estos chupa sangre, tanto los tercerizados como los efectivos salieron a defender a su compañero exigiendo que entre a trabajar. Como respuesta, la empresa se jugó a intentar despedir a los 13 trabajadores de ISS negando también entrar a la planta a los delegados efectivos.

El miércoles 30 la seguridad de la empresa junto a los directivos y supervisores golpearon y patotearon a los operarios que intentaban entrar. La respuesta de los trabajadores fue contundente: la planta estuvo parada y bloqueada tres días, con asamblea permanente en la puerta y grandes piquetes nocturnos que frustraron el intento patronal de ingresar con los directivos y dos o tres operarios vendidos. Como no pudieron quebrar la unidad obrera, y los carneros se contaban con los dedos de una mano, tuvieron que aceptar la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y aceptar que Fernando vuelva a su puesto. Es un primer round ganado. Los obreros se preparan para llegar en mejores condiciones cuando venza la conciliación. Lo más probable es que la empresa vuelva a atacar.
Los trabajadores de Royal Canin dieron un gran ejemplo: la unidad de las filas obreras para enfrentar los ataques de los capitalistas. La unidad de efectivos, contratados, de agencia y tercerizados para pelear por la igualdad de derechos. Lamentablemente el sindicato molinero dejó a su suerte a los compañeros en el conflicto del año pasado y esta vez, que había prometido realizar su plenario del gremio en las puertas de la empresa lo hizo en otro lado, mostrando hasta donde piensa apoyar esta lucha.

Desde la juventud del PTS, junto a delegados de Jabón Federal y trabajadores que impulsan el periódico Nuestra Lucha, nos acercamos al piquete a solidarizarnos y colaborar para preparar la próxima batalla, ayudando a organizar una campaña de difusión para que el conflicto no quede aislado y para llevar este ejemplo a otras fábricas de la zona que, como en todo el país, enfrentan la división entre efectivos y tercerizados.