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Notas de Tapa

ZONA NORTE - GRAN BUENOS AIRES

Causas y procesamientos en el cordón industrial

Javier “Poke” Hermosilla, Lorena Gentile, Pamela Bulacio, Julio Tévez y Ramón Bogado (todos de Kraft-Terrabusi), Leonardo Norniella de PepsiCo, Víctor Ottoboni de FATE y Guillermo Bentancourt de SIDERCA son algunos de los delegados procesados o perseguidos por las patronales, muestra de la finalidad con la que son llevados a los estrados judiciales.

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31 de marzo 2011

Javier “Poke” Hermosilla, Lorena Gentile, Pamela Bulacio, Julio Tévez y Ramón Bogado (todos de Kraft-Terrabusi), Leonardo Norniella de PepsiCo, Víctor Ottoboni de FATE y Guillermo Bentancourt de SIDERCA son algunos de los delegados procesados o perseguidos por las patronales, muestra de la finalidad con la que son llevados a los estrados judiciales.

Las imputaciones van desde delitos como cortes de calle o rutas, turbación o daños, hasta pedidos de exclusión de tutela sindical contra delegados para despedirlos.

El caso de “Poke” Hermosilla, procesado por cortar ocho veces la Panamericana, demuestra que la aplicación que realiza la Justicia (por supuesta violación del art.194 del Código Penal) no es otra cosa que un mensaje del Estado junto a los empresarios contra los métodos de lucha que se da la clase trabajadora para enfrentar a las patronales.

La heroica lucha de los trabajadores de Kraft, en la que se impusieron los cortes de la Panamericana, para esta Justicia y este Gobierno no pueden quedar “impunes”, ya que sería un mal ejemplo para toda la clase trabajadora.

CFK y sus ministros reafirman el concepto. Cuando piden que se proteste “en la vereda”, que se permita “circular” y anuncian responder a la protesta “con el código penal en la mano”, están exigiendo que la Justicia persiga a quienes hacen uso del derecho de huelga, de protesta y manifestación.

Doble discurso

El doble discurso oficial no sólo salta a la vista groseramente en los “pedidos” de CFK. El procesamiento que cae sobre cada uno de los compañeros, responsables del “delito previsto y penado por el art.194 del Código Penal” es la lisa y llana aplicación de un cargo creado durante la dictadura de Onganía y mantenido por todos los gobiernos posteriores, incluido el actual.

Las patronales avanzan denunciando ante la Justicia, gracias al terreno liberado por el Gobierno. Desde denuncias por “turbación”, como en el caso de Carlos Ruiz (delegado despedido de CAT), hasta “amenazas y daños”, como contra Pamela Bulacio, Julio Tévez y Argañaraz de Kraft.

Y si no es penalmente, las patronales intentan poner frenos mediante la justicia laboral. Los juicios de desafuero contra Victor Ottoboni de FATE, Guillermo Bentancourt de SIDERCA, Hermosilla de Kraft, o los iniciados contra la Comisión Ejecutiva del SUTNA San Fernando (Alexis Ganglios, Cristian Reaguda, Alberto Bronzuoli, Néstor Castelli y Marcelo Galván) y varios delegados de base, reflejan que las patronales quieren sacar de las fábricas a quienes se ponen al frente de los reclamos y se oponen a la burocracia sindical.

Como sostiene Hermosilla en el periódico Nuestra Lucha “pretenden evitar que los nuevos sectores del sindicalismo de base avancemos en ser una alternativa a los burócratas como Pedraza, Moyano o Daer.”

Ser alternativa significa, entre otras cosas, que son delegados que a través de asambleas y medidas contundentes cuestionan las millonarias ganancias de los empresarios a costa de magros salarios y pésimas condiciones laborales.

Zona estratégica

No es casualidad que las patronales hallen eco en fiscalías, juzgados y tribunales para hacer crecer las persecuciones. Cristina deja correr esas denuncias o directamente ataca al sindicalismo de base armando procesos judiciales o hasta reprimiendo como en Kraft en 2009.

Este recrudecimiento o avanzada judicial no es más que una forma de garantizar las ganancias de los empresarios.

A cada ataque judicial y procesamiento debemos responder desde las comisiones internas y el conjunto del sindicalismo de base con una gran campaña de denuncia de la persecución sobre los delegados y activistas, llamando a la más amplia solidaridad de organismos de derechos humanos y estudiantes, entre otros, para defender lo conquistado, lograr el desprocesamiento y el cierre de todas las causas penales o laborales.

En uno de los cordones industriales más importantes del país, la defensa de los delegados de base es una tarea fundamental. Kraft, Fate, Donneley y otras tantas son fábricas emblemáticas donde el sindicalismo de base encaró importantes luchas contra las patronales, los despidos, las tercerizadas. Luchas por el salario y los “pisos” que se impusieron.

Convocando y participando de encuentros de cientos de obreros (en Zona Norte y nacionalmente). Y ahora impulsando el periódico Nuestra Lucha.

Allí, en ese corazón industrial de la Zona Norte, poder asestarle una derrota a los planes patronales y gubernamentales significa no sólo defender a los delegados y los métodos de lucha sino también la posibilidad de extender el proceso del sindicalismo de base en todas las fábricas y empresas del país, avanzando definitivamente en una alternativa clasista a la burocracia sindical.

por Agustín Comas - Abogado del CeProDH

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