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Mundo Obrero

De Zanon a Phillips Dreux: experiencias de control obrero

La experiencia de control obrero en Phillips Dreux fue breve. La de Zanon ya lleva diez años. Sin embargo, de ambas se puede sacar una conclusión común.

Raúl Godoy

9 de septiembre 2010

De Zanon a Phillips Dreux: experiencias de control obrero

Semanas atrás recibimos en Neuquén la visita del compañero Manuel Georget, dirigente obrero francés, que viene de realizar una experiencia de control y gestión obrera en la fábrica Philips Dreux en los alrededores de París. 

Para nosotros no se trató de una visita más, sino de lo que podemos esperar sea la punta de un iceberg. La primera experiencia en estos años de control obrero y puesta en producción, llevada adelante por un sector pionero de la clase trabajadora en un país imperialista y central como es Francia.

Ubicado en un continente donde la crisis golpea de lleno, en las luchas obreras de Francia se han esbozado medidas de acción radicalizadas como no se veían en más de 30 años. En los últimos meses y al calor de la crisis se vivieron hechos absolutamente nuevos: tomas de las fábricas, la toma de los gerentes como rehenes, las manifestaciones enfrentando la represión policial. Los medios nacionales e internacionales pusieron sus voces de alerta ante lo que consideraron una “vuelta a la radicalidad del sesenta y ocho” (por el Mayo Francés). Hubo repercusiones en todo el mundo.

Métodos y programas de lucha

Sin embargo esta radicalidad en los métodos contrastaba con los reclamos levantados: el cobro de las indemnizaciones, o el aumento del valor de las mismas en algunos casos, como por ejemplo en Continental.

Lamentablemente una energía y una radicalidad enorme que se agota en una indemnización. Y es justamente en estos momentos de crisis, donde los trabajadores tenemos que tener desplegadas nuestras banderas para efectivamente no ser quienes paguemos la crisis. Y esa pelea es en defensa de los puestos de trabajo y contra la degradación de nuestras condiciones de vida. Porque los trabajadores podemos, como clase, no sólo pelear por nuestros puestos de trabajo y nuestros derechos, sino ganar la voluntad y simpatía del conjunto de los trabajadores y el pueblo.
La lucha de Phillips Dreux tuvo el mérito de plantear esta salida.

“Trincheras” en la guerra de clases

La experiencia de control obrero en Phillips Dreux fue breve. La de Zanon ya lleva diez años. Sin embargo, de ambas se puede sacar una conclusión común. Como señaló el compañero Georget en una entrevista con el diario Página 12: “Además del control sobre la herramienta, surgió el control de los trabajadores sobre sus propias vidas (…). La experiencia de Philips generó preocupación en el gobierno y en la patronal.

Visto desde este ángulo, cada fábrica que los trabajadores toman y ponen a producir se constituye en una trinchera desde la cual fortalecer y desarrollar la lucha contra los capitalistas y su Estado, aunque de ninguna manera una salida en si misma. A partir de este intercambio de experiencias, pudimos redimensionar una vez más el valor de nuestra lucha y su carácter internacional

En nuestro caso nacimos de la crisis del 2001, como parte de un movimiento más general (de las 2000 fábricas cerradas, unas 200 intentaron mantenerse abiertas con distintas orientaciones) junto a un movimiento de desocupados y asambleas barriales, y se ha mantenido todos estos años en un duro proceso de lucha ininterrumpida.

Nuestra concepción, a diferencia del pensamiento de corrientes autonomistas, o incluso de corrientes de izquierda, es que no puede haber Gestión Obrera “exitosa” y en ascenso de su producción en el marco de una crisis más general del capitalismo. Si consideramos políticamente que no puede coexistir y desarrollarse el “socialismo en un solo país”, sería muy ingenuo pensar una gestión obrera libre de presiones, máxime bajo la forma de cooperativa.

Las Gestiones Obreras ceramistas

Como siempre lo planteamos en Zanon, nuestro programa de salida es la expropiación sin pago y la estatización bajo administración obrera directa de nuestra fábrica, para ponerla al servicio de un plan de obras públicas que genere viviendas populares, escuelas, hospitales, etc. Así lo planteamos desde el SOECN también en la lucha de Cerámica Stefani.

Con una lucha permanente en las calles y no sólo por nuestros reclamos, sino buscando la coordinación, que en términos de nuestro planteo siempre fue el pliego único de reclamos, el frente único obrero, buscar y construir organismos que superen los estrechos marcos sindicales y logramos una salida transitoria favorable.

Ante el vencimiento de los plazos para nuestra cooperativa transitoria (fueron 6 años prórroga tras prórroga) desde Zanon y el Sindicato Ceramista se lanzó una ofensiva en la lucha, que logró arrancarle al mismísimo MPN la expropiación de la fábrica votada por amplia mayoría en la Legislatura provincial.

El proyecto votado no fue el nuestro, sino el presentado por el gobierno de Sapag. Ante la proximidad de la discusión en la Legislatura y los vencimientos de los plazos, el proyecto presentado fue puesto en consideración de las asambleas generales de Zanon y resolvimos por unanimidad aceptar esta resolución si era votada, sin renunciar a nuestra lucha y a nuestras banderas.

La expropiación de Zanon, significó un paso adelante enorme en nuestra lucha. Un acontecimiento histórico, donde le quebramos la voluntad al gobierno reaccionario del MPN a pesar de las fuertes presiones ejercidas públicamente por parte de las asociaciones patronales y de la burocracia sindical de la CGT. Por otro lado, la CTA “acompañó” cada delegación, cada marcha, pero sin jugarse a medidas de fuerza conjunta, ni mucho menos. Pero no se pudo soslayar el enorme apoyo obrero y popular de Zanon y el Sindicato, y el lugar ganado en toda la vanguardia nacional.
Los obreros, obreras y nuestras familias que durante 10 años vivimos en tensión permanente, en muchos casos con amenazas de desalojo, que fuimos atacados, perseguidos, etc, vimos con nuestros propios ojos como, en un terreno completamente ajeno y hostil, se votaba la expropiación. Un ejemplo de lucha enorme. Una conquista gigante ganada con total independencia política. Logramos sentar un nuevo jalón invalorable en la lucha del movimiento obrero.

Democracia obrera e independencia de clase

Lo particular de nuestra lucha ha sido sin embargo no abocarnos a una solución particular de nuestra fábrica o la “rama ceramista” de Neuquén, sino en sentirnos parte de un movimiento obrero en lucha. Al principio impulsando la Coordinadora regional del Alto Valle, viajando a cada conflicto duro en distintos lugares del país, Mosconi, Las Heras, Subte, Casino flotante, Mafissa, Jabón Federal, el impulso del encuentro de Zona Norte y el próximo encuentro nacional que motorizamos junto a los compañeros y compañeras de Kraft y decenas de comisiones internas y cuerpos de delegados. Desde este punto de vista, Zanon sigue siendo un referente del movimiento obrero combativo y clasista a nivel regional, nacional e internacional.

Esto ha podido ser así por nuestro programa y por nuestros métodos de lucha: la democracia obrera que implica decisiones en asambleas, libertad de tendencias y reconocimiento de las minorías. Nuestro funcionamiento basado en la rotación de cada puesto, y en el caso de las gestiones obreras: el funcionamiento mediante un CONSEJO OBRERO (reunión de coordinadores elegidos en cada sector, revocables más los compañeros y compañeras con responsabilidad en la cooperativa y representantes del sindicato).

También por la independencia del SOECN respecto a cualquier proyecto ajeno a los trabajadores, incluso cuando se votó la expropiación de Zanon donde quisieron condicionar la misma a que desde el Sindicato aceptáramos un compromiso de “paz social”, que fue rechazado.
Es una tarea cotidiana y permanente el establecer relaciones fraternales con cada sector en lucha, y con el pueblo trabajador y sus necesidades.
Nuestras fábricas se convierten así en lugares de organización. A la biblioteca que funciona en la fabrica, hace meses se le sumó la inauguración de la escuela para los obreros ceramistas y abierta a la comunidad. También desde este lugar, es un centro de vida social.
De esta manera, nuestra Gestión Obrera, sigue siendo un puesto de avanzada en la lucha de clases, un punto de referencia, una trinchera.
La visita del compañero francés, Manuel Georget dirigente obrero protagonista de luchas de vanguardia en Francia, y el intercambio de experiencias con el, revalorizo el enorme esfuerzo de 9 años de lucha ininterrumpida.

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