Las apretadas de la patronal para que los trabajadores no tomen tareas y dejar las formaciones en manos de los jerárquicos y las amenazas y campaña de difamaciones de la UTA en todas las líneas, no pudieron impedir que el paro del subte sea total y no circulara ningún tren entre las 12 y las 14hs. Decenas de activistas y los nuevos delegados de base, nos concentramos en cada terminal para garantizar que los agentes de Metrovías y una minoría de carneros no lograran su objetivo. Frente a las provocaciones se escuchaba un contundente ”Se va a acabar la burocracia sindical...”.

Es para destacar el rol de decenas de trabajadores de la línea H, controlada hasta hace poco por la UTA, quienes se le plantaron a los alcahuetes de burocracia e impidieron que se muevan los trenes. Una vez más, demostramos quien tiene la legítima representación de los trabajadores y el control de nuestro lugar de trabajo que transporta un millón y medio de personas cada día. Pero esta nueva demostración de fuerza fue novedosa porque esta vez paramos junto a cientos de miles de trabajadores docentes, estatales y sectores obreros por nuestro reconocimiento y para que la crisis no la paguen los trabajadores, contra los despidos y suspensiones y por nuestro reconocimiento como delegados y del nuevo sindicato que fundamos.

Fuimos los delegados del subte reunidos en nuestro primer plenario los que votamos ser parte del paro de la CTA exigiéndole a su dirección que tome nuestro reclamo.

La propuesta fue discutida y votada en el conjunto de las asambleas por línea y sus mandatos centralizados en una reunión de delegados abierta a los activistas. Este es un ejemplo a seguir frente a la casi totalidad de los sindicatos en los que una minoría de dirigentes decide todo. Contra el “sindicalismo de amigos”, nuestra forma de organización, que el periodismo llamó el “sindicalismo de base”, es fuerte porque el poder de decisión está en nuestras manos. Si la dirección de la CTA hubiera llamado a hacer asambleas en todos los lugares de trabajo donde discutir la modalidad, continuidad y programa frente a esta jornada de lucha no hay dudas de que el paro y las movilizaciones habrían tenido una mayor contundencia. Porque a los trabajadores nos sobran motivos para salir a luchar. La división por gremio y sectores nos debilitan, por eso tenemos que levantar un pliego único de reclamos del conjunto de los trabajadores que ya estamos comenzando a sentir la crisis.

La causa del empecinamiento del gobierno que se niega a reconocer nuestra organización es clara: no quieren que este ejemplo de lucha se extienda. Y nosotros queremos extenderlo y profundizarlo a otros sectores de trabajadores. Sabemos que lo hecho hasta hoy para la constitución del nuevo sindicato es provisorio, por eso en el próximo plenario de delegados debemos profundizar este importante debate, con discusiones previas en asamblea, sobre los estatutos y la modalidad de elección de sus autoridades. Tenemos que ponerle fecha a una Asamblea General de todos los trabajadores del subte, fundacional del nuevo sindicato en la cual decidamos qué organización queremos construir. Como ya he planteado, necesitamos una organización que luche mancomunadamente con cientos de miles de trabajadores, que levante un programa para que la crisis la paguen los capitalistas y que no concilie sus intereses con ningún sector patronal.