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Neuquén

EL CONSEJO MUNICIPAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES

Una política de cooptación hacia los artistas

PTS Neuquén

13 de noviembre 2008

Es una realidad que mientras los funcionarios se esmeran en defi nir “los tipos de organismos más convenientes para el funcionamiento de la actividad”, el quehacer cultural no cesa. Esto, merced a la tarea cotidiana de un espectro amplio de creadores que asumen esta práctica de manera militante, teniendo a sus actores más destacados en los artistas independientes y sus asociaciones, quienes vienen protagonizando un proceso de organización que desafía la desidia y demagogia conjunta de las gestiones culturales. Gestiones que mientras se arrogan el rol de guardianes de los intereses culturales de la población (lo son en realidad de sus presupuestos fi nancieros), favorecen e impulsan la creación de nichos de alto consumo cultural, fi eles a su concepción elitista de la cultura, basada en la comercialización de la obra de arte, rango conferido sólo a lo que el ‘stablishment artístico’ consagra.

A pesar de la desventajosa posición que esto supone, la creación independiente persiste y encuentra nuevos aliados para su desarrollo. Tal es el caso del movimiento suscitado alrededor de la lucha por la expropiación de Zanon, al que adhirieron centenares de artistas y trabajadores de la cultura y concitó el apoyo -inédito por su unanimidad- de las asociaciones. Se trata de una experiencia política que tiene sus raíces profundas en la simpatía de la comunidad hacia la gestión obrera, y en la perspectiva independiente que enseña. A la vez que la defensa de la fábrica constituye todo un programa para enfrentar las consecuencias que la crisis económica está provocando, evidencia el carácter parasitario de una clase que, desde el puesto que le toque y en el área que le corresponda, hace usufructo del trabajo ajeno. Tanto los intereses del desarrollo cultural, como los de los ceramistas, tienen al gobierno en la vereda contraria. La constante exigencia de los artistas, por su sola persistencia, constituye toda una denuncia de la falta de disposición oficial para dar respuesta a las necesidades culturales más elementales. Gobiernos que hoy, ante la multiplicación de las tomas y los reclamos salariales de los trabajadores estales, se encuentran en una carrera desbocada en la que no se sacan cabeza Sapag, Quiroga, Farizano y Mansilla, condenando al unísono las ‘usurpaciones’ y montando una constante campaña de descrédito hacia las organizaciones gremiales.

En este contexto resulta pueril el intento del UNE de dotar de un barniz pseudo democrático al gobierno derechista que integra, mediante el anuncio de la constitución del Consejo Municipal de la Cultura y las Artes. Esta trampa tiene el objetivo de entretener a los artistas en ‘un diálogo con quien no quiere escuchar’, mientras no pierden un minuto en la consecución de su agenda política. Pretenden integrar a las asociaciones al gobierno para domesticarlas y limitar su actividad a opinar sobre el magro presupuesto cultural, cuya ejecución seguirá siendo potestad de Smoljan.

Esta burla hacia las aspiraciones de los artistas y trabajadores de la cultura ya cuenta con el rechazo de las asociaciones independientes, contrariamente a lo expresado en el parte de prensa ofi cial del municipio, donde se indica que éstas ya serían parte del Consejo, en lo que constituye un nuevo manoseo del gobierno hacia las organizaciones de los artistas. Por si no bastara, los hechos previos y posteriores protagonizados por los funcionarios acentúan el carácter ficticio del emprendimiento. Mientras previamente se concesionaron los espectáculos teatrales en la sede neuquina del Museo Nacional de Bellas Artes a una fundación privada que dispondrá de los aportes de los teatristas, la reunión que hubo de dicho Consejo fue sazonada con otro mega anuncio: la creación de un millonario teatro para la ciudad de Neuquén. Todo, claro está, a espaldas de las asociaciones a las que llaman a ‘definir en conjunto políticas culturales’. Aunque no se puede descartar que el UNE encuentre plafón para su proyecto en quienes basan su actividad en las dádivas selectivas del estado, ya es un fracaso en su objetivo de disciplinar a las asociaciones ante los designios quiroguistas.

Inclusive en el mencionado parte de prensa se oculta que este organismo, para llegar a ser la ‘institución del estado’ que pretenden, requiere -en su aspecto burocrático- que el Concejo Deliberante apruebe una ordenanza para ser incorporada a la carta orgánica municipal, y que ésta sea votada en un supuesto plebiscito a realizarse junto con las elecciones generales del año 2011(!). Como se ve, faltan demasiados trámites como para permitirse el anuncio de hechos consumados.

Por su parte, los artistas y trabajadores de la cultura que no quieran ver su hacer sometido a la tutela del gobierno ni a la vara del mercado, tienen por delante la posibilidad de profundizar su alianza con los sectores afi nes, fomentando el debate en asambleas, foros, publicaciones, como la mejor forma de cimentar sus posiciones y avanzar en la conquista de sus demandas.

Prensa

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