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Neuquén

ENTREVISTA A JOSE LUIS BONIFACIO

“El sistema de dominación necesita controlar los barrios”

PTS Neuquén

13 de noviembre 2008

José Luis Bonifacio es profesor e investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNCo. Co-autor de “La protesta Social en Neuquén”, Bonifacio opina sobre los recientes hechos represivos, las características de las tomas neuquinas, el rol de los barrios en los procesos de lucha y los problemas con que se encontrará la clase trabajadora a la hora de unir sus filas de ahora en más.

-En La protesta social en Neuquén vos señalabas la importancia de la cuestión territorial en los procesos de lucha de la provincia. Desde ese punto de vista ¿Qué análisis hacés de la represión a la toma de Confluencia y la discusión que se abre sobre la problemática de la vivienda?

Lo toma en el barrio Confluencia, representa una de las formas típicas de ocupación territorial de los sectores populares en la ciudad de Neuquén. Este caso asumió visibilidad pública porque la policía reprimió brutalmente y desató la protesta social, lo que muestra la necesidad de control político territorial por parte de los políticos en Neuquén.

Digo que es una forma típica de ocupación territorial porque según un reciente informe elaborado por el propio gobierno municipal, el 40% del área urbana de Neuquén Capital creció al ritmo de las tomas de tierras. Según datos oficiales, de julio de 2008, de los 48 barrios existentes 14 nacieron a partir de esta modalidad de ocupación territorial, en la actualidad a esto deben sumarse 60 tomas que aún no han sido regularizadas y en las que residen cerca de 4.500 familias. Esto significa que una gran parte de los sectores populares sólo puede acceder a la tierra a través de la acción directa porque para ellos, hace más de veinte años, no hay política de vivienda. Si a este dato lo relacionamos con otro, en donde el propio subsecretario de Vivienda de la provincia Herminio Balda, reconoce que “en la provincia hay un déficit habitacional de 40.000 viviendas”; podemos sacar algunas conclusiones.

Primero, los propios políticos municipales y provinciales reconocen el problema y hacen muy poco para saldarlo. Sin ningún tipo de dudas ellos conocen de la existencia de la problemática, de hecho en la última campaña electoral fue el caballito de batalla de todos los candidatos. Segundo, las tomas de tierras, en muchos casos, tienen el apoyo tácito de algunos sectores de poder, que luchan entre sí por el control territorial. El caso de Confluencia desnuda las pujas internas al interior del municipio, entre el municipio y la provincia, y al interior de la provincia. Esto sólo es entendible por la relación que en los últimos años las élites gubernamentales han establecido con los sectores populares.

-Siguiendo con lo anterior ¿qué lugar ocupa para vos el control de los barrios en el esquema de poder del MPN?

Los políticos neuquinos y las empresas hidrocarburíferas saben que parar mantener el sistema de dominación existente precisan mantener el control territorial. En este sentido, la lógica de funcionamiento del Estado neuquino se podría caracterizar de la siguiente manera. Por un lado ha realizado una “alianza estratégica” con la empresa Repsol-YPF y un puñado de empresas extranjeras. Esta alianza reproduce una estructura productiva de tipo enclave que produce una sociedad excluyente y degrada el medio ambiente.

Por otro, para contener el proceso de desocupación y exclusión social que genera esta forma de producción, ha tenido que adoptar una política social destinada a encubrir la expoliación que significa mantener una estructura productiva de estas características. Las prácticas que contribuyen a este ocultamiento es el extendido sistema de “ayuda social” y distribución de “planes de empleo” con una fuerte impronta clientelar buscando preservar el poder político de manera de garantizar la reproducción de la renta petrolera a costa de la exclusión social, la degradación del medio ambiente y el futuro de las próximas generaciones.

Esta forma de dominación política, precisa mantener el control político en varios frentes: sobre los trabajadores del estado, los trabajadores petroleros y en el sector comercial. Sin embargo, por la estructura productiva generada en Neuquén, los barrios representan uno de los principales frentes de disputa política. La importancia de mantener el control de este frente inclusive aparece al interior de las facciones del MPN y como mostró el caso de Confluencia ahora también entre los sectores que ganaron el municipio.

-Vos estás investigando sobre la experiencia de la Coordinadora de Desocupados del ‘95 ¿Cuáles te parecen que son las lecciones que dejó esa experiencia de organización?

La Coordinadora de Desocupados representa la primera organización de trabajadores desocupados que genuinamente se constituyó de manera autónoma del poder político dominante. Las redes que contribuyeron a conformarla se encontraban entre los obreros de la construcción, de extracción clasista, que habían luchado en las grandes obras y que pasaron a reagruparse a partir de redes barriales. Además entre sus filas se encontraban aquellos que habían tomado tierras e incluso en un período de mayor organización llegaron a unirse los punteros del MPN, que habían sido abandonados en el período de mayor ajuste del Estado.

Las lecciones que nos dejan son muchas y deberíamos hacer un largo balance de esta experiencia. Pero en este espacio me atrevo a indicar que la Coordinadora señala la estructuración de una nueva configuración social de las clases subalternas en donde el barrio, que ya era espacio de experiencias organizativas, surgió como el lugar de interacción para la reorganización de los trabajadores que pasaron a las filas de la desocupación. En este territorio es donde asomó un nuevo proletariado heterogéneo y plebeyo, proclive a la acción directa y a la creación de nuevas formas de resistencia y de solidaridad, ligadas a la lucha cotidiana por la sobrevivencia. Por esto también, vuelvo a reiterar, el barrio se convertiría en el espacio social en donde los sectores dominantes redefinieron sus relaciones con las clases subalternas para mantener el modelo de dominación política.

 Desde 2004 en adelante crecieron las luchas de los trabajadores asalariados. En Neuquén juegan un rol importante en este sentido los trabajadores de la educación y los estatales. Y está la lucha de Zanon, que en su momento fue el aglutinador de una unidad de ocupados y desocupados en la Coordinadora del Alto Valle. ¿En la actualidad ves condiciones para una confluencia de este tipo?

No conozco a fondo la experiencia de la Coordinadora del Alto Valle, y creo que merecería un estudio para extraer las lecciones que contribuyan a los trabajadores. Lo que sí puedo decir es que en la historia reciente de luchas, las brechas entre trabajadores ocupados y desocupados han sido, y continúan siendo, un problema que tiene que resolver la clase trabajadora para sostener su unidad. La experiencia de la Coordinadora del 1995, demostró que en el momento en que necesitaron el apoyo de los trabajadores sindicalizados, fueron dejados solos y el 12 de abril de 1997, cuando la policía asesinó a Teresa Rodríguez, ATEN firmaba un acta acuerdo con Sapag. Creo que estos hechos son significativos para caracterizar las brechas entre ocupados y desocupados, superarlas va a requerir una práctica que sobrepase la idea de que las responsabilidades de este proceso la tienen sólo las cúpulas dirigentes.

Esto no pretende disminuir el papel que jugaron en esos momentos históricos, pero creo que las tareas para alcanzar la unidad de la clase trabajadora son mucho más complejas que culpar sistemáticamente a las cúpulas sindicales.

En fin, considero que Zanon, representa a un camino para la clase trabajadora, pero también soy conciente que las brechas abiertas al interior de las clases subalternas por el colosal proceso de exclusión social que se verificó en Argentina, va a requerir de la izquierda un debate fraterno y nuevas prácticas políticas para alcanzar la unidad de la clase trabajadora.

-Por último ¿qué rol juega y cuál tendría que jugar a tu entender la Universidad de cara a la protesta social en Neuquén?

La universidad representa una arena de luchas en el marco de un proceso en donde se impone la mercantilización de la producción de conocimiento. En este caso no se acumula dinero, sino certificados académicos. El tema merece un debate muy profundo acerca del impacto que tuvieron los sistemas de categorizaciones e incentivos a la investigación sobre la producción de conocimiento.

Considerando simplemente este sólo factor, porque hay que considerar muchos otros, diría que el estudio de la protesta ha sido asumido por diferentes investigadores bajo diferentes lógicas en donde la que predomina es la colonizada por la lógica mercantil. Por supuesto que considero que la universidad debe contribuir a la emancipación de las clases subalternas. Sin embargo este discurso está tan vaciado de contenido porque todos los sectores
lo levantan como bandera, que junto a un grupo de investigadores preferimos demostrar en la praxis nuestro compromiso.

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