Después de varias idas y vueltas, finalmente el gobierno de Sapag firmó las prórrogas de las concesiones petroleras con Repsol-YPF y ya se apresta a continuar la entrega del petróleo y el gas con Petrobras y las restantes empresas. Si bien para mostrarse como un gobierno “democrático” quiere hacer pasar el acuerdo por la Legislatura , ya se puede decir que la entrega de nuestros recursos hasta el 2027 es un hecho: en la Legislatura los diputados del MPN, sus aliados, los de la Concertación y 1 diputado de Alternativa Neuquina ya dijeron que apoyan las prórrogas.

Este gobierno del MPN, al igual que su antecesor, trabaja para las petroleras. Antes de la firma de las concesiones, intentó con su discurso político chantajear a los trabajadores y el pueblo de Neuquén haciéndonos creer que ésta era la única salida para lograr las demandas vivienda, trabajo, salud y educación tan sentidas por todos y todas. Ahora, ya con las prórrogas fi rmadas, utilizando a sus ministros sale por los medios diciendo que no hay plata para los trabajadores, que no saben si se podrán pagar el aguinaldo de los trabajadores del estado, y ni hablar de aumento salarial.

La conducción de la CTA dio un paso importante convocando un paro de 24 hs para el 17 de septiembre pasado. Fuimos 1500 trabajadores y trabajadoras diciéndole NO a la entrega de los recursos planeada por el gobierno de Sapag. Ahora debemos ir por más. Lamentablemente la conducción de la Central comenzó a centrar su rechazo a las prórrogas en la exigencia a los legisladores opositores –los mismos que apoyan la iniciativa del gobierno de Sapag- para la realización de una consulta popular. Una vez más la CTA opta por el impotente camino de buscar acuerdos y presionar a la oposición parlamentaria en lugar de profundizar y avanzar con los métodos de lucha de los trabajadores para frenar esta entrega. La política de plebiscito que propone la conducción de la CTA, junto con el UNE y un sector de Alternativa Neuquina, tiene el gran límite de que no cuestiona la entrega de los recursos naturales, ya que de ganar el “no”, el petróleo y el gas continuarán igualmente en manos de las multinacionales, como mínimo hasta el 2017. Al no plantear una salida por la positiva, como la renacionalización de los hidrocarburos, un plebiscito de estas características se limitaría a votar el “no” al acuerdo de Sapag, lo que significaría un “si” a las actuales condiciones de explotación acordadas en su momento por Sobisch y las empresas imperialistas.

En el último plenario provincial de ATE del mes de septiembre se propuso la realización de una jornada de discusión nacional sobre la política para los recursos naturales para el 8 de noviembre. Estas jornadas serían abiertas a todas las organizaciones obreras, sociales políticas, tanto nacionales como provinciales, que quieran pelear para frenar la entrega de nuestros recursos.

Desde la Agrupación Violeta Negra de ATE planteamos que sería un gran paso adelante si desde la CTA se convocara a una Asamblea Provincial para coordinar con otras organizaciones obreras, estudiantiles y populares un plan de lucha común para frenar esta entrega y participar de las jornadas del 8 de noviembre de manera unificada. Debemos discutir también qué salida levantar desde las organizaciones de trabajadores, que para nosotros es la renacionalización sin pago del petróleo y el gas, bajo control de los trabajadores. De esta manera se podría dar respuesta a la falta de vivienda, trabajo, salud y educación.

El acuerdo en la entrega de los recursos naturales que mantienen el MPN y los kirchneristas, es una muestra más de que sólo los trabajadores, junto a los sectores populares podemos parar esta nueva entrega.