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Neuquén

LA PRÓRROGA DE LAS CONCESIONES A LA PETROLERA ESPAÑOLA

Un acuerdo a la medida de Repsol

Finalmente el gobernador Sapag cerró un acuerdo con Repsol YPF para prorrogar hasta el año 2027 las concesiones a esa petrolera que vencían en el 2017.

PTS Neuquén

24 de octubre 2008

Finalmente el gobernador Sapag cerró un acuerdo con Repsol YPF para prorrogar hasta el año 2027 las concesiones a esa petrolera que vencían en el 2017.

Éste será elevado a la Legislatura provincial, donde el MPN cuenta con mayoría y donde la Concertación (PJ y radicales K) ya anunció que apoyará las prórrogas. Con este acuerdo Repsol continuará con el control de gran parte de los recursos hidrocarburíferos de Neuquén y del país, de la mano del gobierno de Sapag y de los Kirchner, grandes aliados de Repsol.
Si bien todavía no se dio a conocer el acta firmada, el gobernador adelantó en conferencia de prensa los aspectos centrales de la misma. Ya se sabía que el acuerdo que venían negociando en secreto funcionarios del gobierno con miembros de Repsol era una continuidad de la política que viene desde las privatizaciones menemistas, pero los números muestran que este acuerdo está aún por detrás de lo que había anunciado el propio gobernador semanas atrás.

El acuerdo

A cambio de extender las concesiones por 10 años más, el gobierno de de Sapag recibirá un pago por única vez de 542,5 millones de pesos, en 14 cuotas a partir de noviembre, además de un pago adicional de 62 millones de pesos en concepto de un programa de “responsabilidad social empresaria”, para realizar obras en escuelas y centros de salud durante tres años.
En relación a las regalías, se subirán del 12% al 15% y, eventualmente según el aumento del precio del barril, aumentarían escalonadamente hasta el 18%. En el caso del petróleo, que hoy se liquidan sobre la base de 47 dólares el barril, se subirá un 1% cuando el precio interno se fi je de 78 a 83 dólares; 1,5% de 88 a 93 dólares; 2,5% cuando esté entre 93 y 98
dólares, y llegaría al 3% cuando supere los 98 dólares.

Con respecto al gas, para liquidar las regalías (y llegar al 18%) se tomará como referencia el precio que Argentina le paga a Bolivia, es decir entre 8 y 10 dólares el millón de BTU (entre 4 y 5 veces el precio interno). Cuando la empresa productora cobre un promedio equivalente al 60% del precio del gas boliviano, las regalías para Neuquén aumentarán un 1%, cuando facture entre un 60 y 80% las regalías crecerán 0,5%, y cuando supere el 80%, se alcanzarán los 3 puntos extras. Es decir, el gobierno sólo está dispuesto a elevarles un leve porcentaje de las regalías en el caso que las petroleras aumenten sus ganancias, a costa del incremento de los precios del gas y la nafta que pagamos los trabajadores y el pueblo.

Además, en el marco de la crisis económica internacional abierta, de continuar la caída del precio del petróleo no habrá ningún aumento de regalías, ya que este aumento está atado al precio del barril. Y de darse este aumento, está aún por detrás del porcentaje de regalías que cobra cualquier país latinoamericano, incluido el Perú del neoliberal Alan García, como ya denunció el economista Juan José González en nuestra anterior edición.

La letra chica

De acuerdo a lo que anunció Sapag, Repsol se compromete a pagar 3.200 millones de dólares en exploración (es lo más costoso y lo que garantiza más reservas) desde que sea aprobada la prórroga en la Legislatura hasta que se “sequen” los pozos. Pero luego aclara que incluye toda forma de extracción, de transporte, etc, es decir, todas las actividades corrientes que obligadamente tiene que hacer la empresa para su funcionamiento. Supuestamente serán en tres años 890 millones de dólares, unos 300 millones por año. Si consideramos que los costos totales de la actividad petrolera (sin contar el gas) en la provincia es de 600 millones, calculando que YPF extrae casi la mitad, sus costos corrientes serían de unos 300 millones. Es decir que las “inversiones” serían en realidad los costos que tendría normalmente. Un chamuyo.

Sobre la exploración de bloques sin desarrollar dentro de las áreas a prorrogar, el acuerdo sostiene que “a partir del año 2009, todos los años hasta el fin de la concesión, el concesionario deberá invertir en exploración una cifra no inferior a una unidad de trabajo (UT) por kilómetro cuadrado de superficie remanente. Son casi 1.100 kilómetros cuadrados
los que están en esta condición; la unidad de trabajo fue establecida en 5.000 dólares.” (Diario Río Negro, 26/09/08) ¿Qué significa esto? Que Repsol deberá invertir en exploración sólo 5,5 millones de dólares al año, un monto irrisorio para la actividad petrolera. Pero incluso, a renglón seguido, se dice que la empresa puede optar por no hacer siquiera esta inversión: “YPF, de todos modos, podrá optar por revertir en forma total o parcial esas áreas (devolver al Estado, ahora al provincial), y el gobierno puede entonces disponer de ellas para nuevas licitaciones de planes exploratorios.”

Con esta acuerdo firmado con Repsol, que el gobierno quiere repetir con las demás petroleras, Sapag muestra una vez más que nada tiene que envidiarle a su antecesor. Al igual que la prórroga otorgada por Sobisch a Repsol por el yacimiento Loma de la Lata en el año 2000, éste también es un acuerdo a la medida de Repsol, que profundiza el saqueo de nuestros recursos naturales.

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