Sobre el “Docentes: asambleas de escuela y de distrito para que decida la base”, LVO n°360

En la asamblea de delegados de escuela del 3 de marzo en Tucumán se impugnó los $100 al básico y los $50 en negro. La mayoría (delegados) le hicieron el caldo gordo a la Comisión Directiva, no se animaron a poner una cifra al básico. No obstante hubo cuatro mociones: 1) $1000 al básico, 2) $1500, 3) $950 y 4) esperar que la oferta del gobierno sea razonable y si no lo era, paro el lunes. Esta última ganó, es decir que se permite al gobierno que fije la suma. La mayoría de los delegados, obsecuentes con la burocracia indirectamente también lo fueron con la Ministra de Educación (…)

Toledo bajaba línea para no ofrecer una lucha consecuente y se criticaba a los delegados combativos que fijaban alguna suma al básico (…)

Sigue siendo extraño que Toscano, militante del PO, coincida con la burocracia de Toledo. Se cuida de no pelearse con él. No dijo nunca “paro por tiempo indeterminado, básico igual a la canasta familiar, medidas de acción directa”... Simplemente “alerta y movilizacion”, igual que la burocracia. Tengo la sensación que en la prensa del PO se escribe una cosa pero a la hora de los bifes se arruga.
DAMIAN 4/3/2010.

Denuncia sobre inseguridad laboral y el rol de los delegados

(…) Trabajo en Magneto Automotive. Empecé con dolores de rodilla por trabajar 3 años seguidos en línea de producción (…) Al salir del trabajo en noviembre tropecé en unas vías que pertenecen a Peugeot (nuestros patrones, ya que somos tercerizados). Llamé a la ART, porque si le decía al médico de mi empresa me hubiese dado una trompada y un diclofenac inyectable para que siga trabajando (…) Me hicieron estudios después de un mes y dijeron que sólo era una distensión. Como seguía con el dolor fui al Hospital Italiano donde me dijeron que se me había formado un gangleoma en lugar de la distensión. En la ART me realizaron 10 sesiones de kinesiología y el 22 de enero me reingresaron al trabajo. El 23 comencé mis vacaciones, al volver trabajé una semana y pedí médico, que me dio su dosis preferida de diclofenac y me reingresó al trabajo (…) Ningún delegado me preguntó o se interesó en mi salud. Me vuelven a dar el alta y decido recurrir a un médico particular, cubriendo los gastos con mi pobre sueldo (…) Pregunto, ¿para qué están los gordos de la UOM que ni se calentaron en saber cómo estoy, pero se enojan si reclamás y defienden a la fábrica? Son unos burócratas. Basta de dictadura en Magneto Automotive. ¡Váyanse delegados! Si no representan ni a sus abuelas (…)
p., 8/3/2010.