logo PTS

Comunicados de prensa

Zona Industrial, un noticiero con la mirada de los trabajadores.

Prensa PTS

8 de abril 2005

 ¿Pensás que esta radicalidad que mencionás y donde Contraimagen está trabajando, va acompañada cada vez de más gente?

Es que es así, producimos un relato y lo damos a mostrar y se reproduce solo. Una película nuestra hoy la ven entre 5 mil y 50 mil personas. Depende de la película y del momento.

 - ¿Hay una explosión del documental en Argentina?

Durante 2004 hubo muchos y algunos muy buenos. "Trelew" me gustó mucho. Nosotros lo que queremos aportar como elemento nuevo, como elemento original, es la radicalidad que antes mencioné. Después, hay bocha de documentales y esto es nuevo. Esta última camada de documentales es muy buena. Me parece que la sociedad está más animada. Conocí gente que desde el golpe hasta hoy no había hablado de política, que se había bloqueado y que recién ahora se anima. Para mí, no es esnobismo hacer cine político. Un cine político que se muestra a los amigos en el Tita Merello para mí no sirve. Nosotros buscamos mostrar lo que hacemos con la gente en las fábricas, con el proletariado industrial, esto ya lo decía Raimundo Gleyzer. El cine político no puede ser solamente para mostrar en la sociedad civil sino que tiene que ser un trabajo de educación. Creo que eso es lo que critica (el realizador) Gustavo Postiglione. Si es a los alumnos de la Universidad del Cine, tiene razón.

- ¿Qué es lo que le falta a ustedes? ¿Qué crítica te hacés?

Y . nos falta más trabajo con la imagen. Hago video desde los 18, ahora tengo 26 y creo que lo voy a hacer toda mi vida pero pienso que ahora nos falta más trabajo con la imagen. Aunque esté bueno lo que hacemos.

- ¿Tienen una búsqueda estética también?

Y sí. Si no, no podríamos respirar. Nos falta formación audiovisual, cada vez me doy cuenta que sabemos menos. En algún momento, pienso que encontraremos el equilibrio. Nos sale así pero no es la idea. Nuestra idea es que el relato se pueda meter en la fibra íntima del espectador y conmoverlo. Nosotros hacemos cine y si hiciéramos carpintería sería lo mismo en cuanto a la búsqueda de lo bello. Queremos ligar la vida y el arte. Tratamos de que todo tienda a una expresión elevada sobre las formas. Yo quiero conmover al tipo que está mirando, generarle emociones: bronca, odio, tristeza. Y la tele muestra también, pero muestra de forma tal que vos no te calentás.

- ¿Pensás quién ve los noticieros de los medios?

Todos los días hay accidentes laborales y si pongo una gráfica en un noticiero con las estadísticas de esos accidentes pasa como algo más, como una anécdota. Yo quiero que el que vea nuestro documental sobre la muerte en el trabajo tenga miedo por sus padres o por sus hermanos y diga: "Loco, nos están matando de a poco, ¿qué se puede hacer para que esto no siga así?", que la gente se sienta mal por los mineros de Río Turbio y no que le parezca que es algo que pasó. Es una búsqueda, es también lo que le pasa a uno. A mí no me gusta vivir en un país donde se producen alimentos para millones de personas y sin embargo hay millones de argentinos que pasan hambre. Yo quiero cambiar la sociedad. Si se acabaron las ilusiones políticas, nosotros estamos para revivirlas. Es una ambición política ligada a lo social.

- Entonces la crítica de Postiglione de que los cineastas no tienen formación política para ustedes no es...

Humildemente, algo de formación política tenemos, por lo menos, una opinión sobre la historia. Y además participamos. En los trabajos de Contraimagen se puede encontrar que en los últimos momentos más interesantes de la política argentina estuvimos trabajando.

- ¿En los conflictos?

Sí, sí. En la reforma laboral trucha donde le cagaron la vida a millones de trabajadores con una coima para los senadores que la sancionaron, la caída de De La Rúa, la represión del 20 de diciembre, la asunción de Duhalde, las elecciones truchas y para atrás de todo.

- ¿Cómo llegan a hacer el noticiero "Zona Industrial"?

Nosotros lo que queremos ganar son los corazones, los cuerpos y las mentes del proletariado industrial, de la clase obrera para hacer un país mejor.

- Eso como objetivo político pero ¿cómo deciden hacer un noticiero semanal con noticias de conflictos laborales?

Porque está pasando de todo, desde la huelga de subtes, de los telefónicos.

- ¿A partir de qué momento deciden salir con "Zona Industrial"?

A partir de diciembre de 2004. Es una decisión ligada a la ofensiva de los conflictos que buscan aumento de salarios. Cuanto más sale el movimiento obrero, más se busca a sí mismo. En la tele, ¿quién representa a los intereses de los trabajadores, quién habla de lo que pasa en las fábricas? Hay ocho millones de trabajadores en este país. ¿Quién habla de lo que pasa hoy en las fábricas, qué periodista, qué medio? Las fábricas son como campos de concentración, la gente ahí pierde brazos o piernas, por 800 pesos. ¿Quién lo dice al aire? Hay un accidente laboral por hora. Y esto lo sabe todo el mundo, las ART, la secretaría de Trabajo. Hay un desprecio total por la clase obrera argentina. Sobre todo de los intelectuales, que son los formadores de opinión. No conozco un solo caso de algún intelectual o periodista que haya declarado que no puede ser que los trabajadores pierdan manos, brazos o piernas por monedas. Sí de los históricos como Bayer o Rivera, quien se brota o enoja un poquito con lo que pasa.

- ¿Cómo llegaron al tema de la historia de ASTARSA?

Porque es el eje de la historia de los "70 en la zona norte. Además por el libro La Voluntad (de Martín Caparrós y Eduardo Anguita) y por que hay un centro cultural que se llama "Obreros de Astarsa" con los que trabajamos también. Los tipos eran "re grosos". Lo que hicieron en esos años ("73 al "76) fue sensacional. Había muchos activistas en el Astillero Astarsa. El hecho de que con la Comisión de Seguridad e Higiene hayan logrado reducir la jornada laboral de 12 horas y producir más..., eso era control obrero. Los tipos fueron referentes y la Triple A (y después los milicos), se ensañaron con ellos. Astarsa es la punta para abrir una historia de la clase obrera en los "70, porque el conflicto que se cuenta es solo el de la lucha de las organizaciones armadas con los milicos. Lo que queremos hacer es abrir el trabajo e invitar a gente a participar, en este programa. Gente que quiera aportar a esta radicalidad que nosotros planteamos de la sociedad y de la cultura o que solo tenga historias para contar, que se anime a pensar fuera de la lógica de los medios corporativos.

- ¿Qué sienten los obreros cuando ven el material?

Se dan cosas lindas. Se ríen, se divierten, se les ocurren otras tomas.

- ¿Es como una construcción social del material?

Claro, las películas - en un punto - es como que no se terminan.

- ¿Tienen también incidencia en la elección de imágenes o de el corte?

Sí, muchas veces editan con nosotros, aportan desde su propia experiencia y práctica. Nosotros queremos aprender, recuperar el relato. Hay un relato oral que no está documentado, que es lo que verdaderamente ocurrió en la Argentina. Esa es nuestra búsqueda, porque ya sabemos que la historia la escriben los que ganan. En la época de la dictadura, además de desaparecer gente, desaparecieron archivos. No hay una sola imagen de Astarsa. Es casi imposible encontrar algo, es una tarea de detective.

- ¿Van a seguir trabajando con el tema?

Sí, con Astarsa y con la zona Norte. Recuperar ese relato ayuda a formar conciencia de clase, porque cuando los trabajadores arman su propio relato, la identidad cobra entidad, la identidad propia se estructura en la propia narración y encima expresada en forma audiovisual. Te dicen: "Acá me gustaría que fuera tal cosa", y eso ya es genial.

- Debe haber otras historias parecidas a la de Astarse, ¿no?

Está la de las fábricas Di Carlo, Terrabusi, Ford... Cuando los de Atarsa tomaron el astillero, fueron los de Terrabusi a decirles que los ayudaran a tomar la fábrica. Fueron los de Astarsa los que tomaron Terrabusi, después entraron todos los demás. Los obreros han logrado fundar repúblicas, entonces no veo por qué no pueden, por ejemplo, hacer huelgas para aumentar salarios.

- ¿Cómo cubren un conflicto grande como el del subte, que duró varios días?

Ahí salimos todos. Cuando hay una movida así, nos dividimos, vamos a donde está el problema, nos avisan dónde son las asambleas, discutimos qué es lo que hay que sacar, qué es lo que hay que producir. Se pone en funcionamiento nuestra red ( que es amplísima) de comunicadores, periodistas, realizadores. Cuando nos falta algo, siempre aparece alguien que te da una mano

- ¿No tienen condicionamientos con el canal?

No hacemos panfleto con el discurso. El discurso forma parte del relato, tiene coherencia interna dentro de lo que estamos contando. Les gusta lo que hacemos.

- ¿Lo que ponen al aire en "Zona Industrial", tiene además otra distribución?

Una vez por mes, por lo menos, hacemos una copia con todo el material y lo damos a sindicatos, centros culturales, escuelas, hospitales, amigos. Porque de tanto ir a los conflictos, ya nos conocen. Entonces, nos piden copias del material. Ellos se juntan y luego lo ven. Se arman discusiones y nos invitan. A mí me gusta trabajar así, en un ida y vuelta.

Contraimagen ha editado especialmente todos los programas exhibidos hasta el día de hoy en un cassete VHS o en DVD, que puede ser adquirido para organizar proyecciones o para verlo con los amigos en los lugares de trabajo. La edición especial de los 4 programas cuenta con historias de Rio Turbio, Zapla, Martín Ruta 8, Bagley, Parmalat, Telefonicos, Zanon, Astarsa, Subtes y Lafsa.

Para más información y pedidos de material: [email protected]

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: