Una jueza solicitó el secuestro de parte del equipamiento de Cerámica Zanon para que el Estado provincial cobre la deuda que los empresarios dejaron al cerrar hace tres años la fábrica, que luego fue ocupada y puesta en producción por sus propios trabajadores.
La jueza a cargo de la Secretaría de Juicios Ejecutivos Número 2 de Neuquén, Ana Lía Zapperi de Busechian, libró una orden de intimación de pago y secuestro sobre bienes prendados por un monto de 3 millones y medio de pesos.
Al mismo tiempo, notificó de la resolución para que se haga efectiva al Jefe de la Decimosegunda Agrupación de Gendarmería Nacional, con sede en esta ciudad.
El titular del gremio ceramista y obrero de Zanon, Raúl Godoy, anticipó ayer en conferencia de prensa que los trabajadores van a «resistir» esta decisión judicial.
Denunció que «esta es la única respuesta que tiene el gobernador Jorge Sobisch al proyecto de los obreros de Zanon y a la decisión de conformar una cooperativa de trabajadores».
«Durante años, el gobernador le otorgó créditos y subsidios a los dueños de Zanon. Jamás cobraron un centavo a estos empresarios condenados por cerrar la fábrica (lock out ofensivo) que fueron desplazados del directorio por ocultamiento de balances y documentación contable», según la resolución del 15 de octubre pasado de la Sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. 

Producción

Reseñó que los trabajadores lograron poner en producción la planta, mantener 450 obreros y «así garantizar su derecho elemental a alimentarse, crear más de 170 puestos de trabajo nuevos y poner la fábrica al servicio de la comunidad».
Ante el planteo judicial de «desguace» de la fábrica y la pérdida del fuentes laborales, los obreros de Zanon hicieron un llamado a la comunidad y a las organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales, religiosas, culturales y políticas «a cerrar filas para frenar esta medida».